Cambiamos de actitud o cambiamos de país

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24 de julio de 2021
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12:03 am
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Cambiamos de actitud o cambiamos de país

PREVENCION Y SEGURIDAD

Por: José Antonio Pereira Ortega
Coronel ® [email protected]

Apretando la nariz se saca sangre, y forzando la ira se produce contienda
Proverbios 18:6

Como es natural, nuestro desarrollo como país y como pueblo es consubstancial al entorno y de las variables internas y externas que inciden en el mismo, pasando desde eventos menores a grandes eventos, como los que nos sucede con esta mortal pandemia de la COVID-19, que de alguna manera ha obstaculizado el normal desarrollo de las personas por miedo al contagio, en especial, al que se pueda producir por razones de actividades laborales, en procura de seguridad alimentaria, y que ineludiblemente afectan al país, obligando al uso de recursos presupuestarios para minimizar los efectos de la pandemia en la vida de las personas.

Así, con ese oscuro panorama, tanto el país como las instituciones privadas y las personas una vez repuestos de la sorpresa del agresivo embate de esta enfermedad, con más desaciertos que aciertos están tratando de regresar y acomodarse a la supuesta normalidad, una nueva porque nada será igual y de ello debemos estar compenetrados todos los hondureños, que esa nueva normalidad impone nuevas reglas de comportamiento social, laboral y familiar, lo cual obliga a que también nosotros adoptemos una actitud diferente, ya que solo así podremos sobrevivir, hay que dejar la parsimonia y la acostumbrada dependencia del prójimo, hecho que nos vuelve dóciles y fáciles de explotar por los políticos que transan las necesidades con promesas triviales.

No cabe duda en reflexionar, que de las crisis también se han levantado las personas y los países, cual ave fénix que se forja en la ruina, y en este caso todos los hondureños debemos forjar una oportunidad para Honduras, en una condición funesta, en la cual tenemos comprometida la integridad física, la salud y la seguridad social, depositando la confianza en órganos estatales corroídos por la corrupción, en particular con una Secretaría de Salud, víctima de un sistema de administración arcaico y paralizado por el proceder miserable de una veintena de sindicatos, que despotrican, hacen y deshacen dejando pintados a los ministros y los administradores evidencian mayor preocupación por seleccionar los proveedores con perfil bonachón, que ofrezca el mayor porcentaje de “propina” con beneficios a los “intermediarios” de la compra.

Visto así compatriotas, basta ya de tanta desidia e indolencia, ha llegado el momento de ponerle un alto al abuso y soberbia de los funcionarios del actual gobierno, incluidos los otros poderes del Estado Legislativo y Judicial, que parece que no se dan cuenta del grado de insatisfacción que le están generando al pueblo, mienten y no paran de mentir, desestimando así que las fuerzas populares también botan gobiernos, y vale la pena recordarles que la paciencia y la prudencia tienen sus límites, es tiempo de rectificar y no seguir provocando al desesperado.

Sin duda alguna, es momento de decidirnos, cambiamos de actitud o cambiamos de país, tenemos que poner en orden a los políticos que nos gobiernan y a los que andan golosos por hacerse del poder y de la administración pública, no podemos seguir por comodidad o por necesidad depositando el poder en esta caterva de irresponsables con Honduras y con los hondureños.

En lo que concierne, ese cambio de actitud debe ser para evolucionar en positivo, convencidos que en las condiciones actuales, nos hemos confundido por intereses mezquinos, inducidos por una prole de políticos manipuladores que nos dan migajas mientras ellos se reparten con la cuchara grande, darnos cuenta que en ese “pleito amañado” entre partidos frentes y corrientes ganan ellos, sino lo creen es meritorio preguntarnos que nos ha dejado esa farsa de fuera JOH, si a nuestras espaldas se han negociado y siguen negociando beneficios económicos y de poder durante una docena de años, dividiéndonos y enfrentándonos entre conciudadanos y hasta entre familias, y de manera cínica hay funcionarios que nos han irrostrado que todo se arregla con dinero, por favor por el pueblo y por Honduras pongamos un alto a la farsa, de lo contrario con esta actitud, irremediablemente tendremos que cambiar de país.

Obviamente es mandatorio también en este cambio, ser valientes y honestos en nuestro comportamiento como ciudadanos, exhibir una cultura de orden y sujeción a las leyes y mandatos que se generen, cito ejemplos tan sencillo como el cumplir con el toque de queda sin privilegios, atender debidamente las disposiciones personales y colectivas de bioseguridad, evitar que las actividades colectivas como la vacunación y las agregadas a otros proyectos políticos se cumplan debidamente, evitando los consuetudinarios desórdenes que promueven los más vivos, y los mensajeros del desorden arropados en consignas políticas antigobierno estériles, a obviar payasadas y tomar acciones puntuales, olvídense de este gobierno que solo tiene un par de meses de vigencia, trabajar dentro de la legalidad del proceso electoral y a escoger buenas personas en un nuevo gobierno y mientras a los funcionarios actuales se les sugiere que se comporten responsablemente, no provoquen al soberano. Honduras no les pertenece.

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