Un día con “El Heraldo”

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15 de agosto de 2021
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Un día con “El Heraldo”

Víctor Manuel Ramos (*)

Según la Constitución de la República de Honduras, el idioma oficial es el español. Este idioma, limpio y con esplendor, se rige por las normas acordadas por la Asociación de Academias de la lengua de los países de habla española, Asociación en la que están incluidas las Academias de Los Estados Unidos y de Filipinas. En Honduras, en la actualidad, el ejercicio de la profesión de periodista requiere la posesión de un título en periodismo otorgado por alguna universidad, nacional o extranjera y la pertenencia al Colegio de Periodista de Honduras.
Esto supone que quienes trabajan en los diarios y en las emisoras de radio y televisión cuentan con el conocimiento adecuado de la lengua para ofrecer, a los lectores y a los escuchas y video escuchas el conocimiento suficiente de la lengua española y de su gramática, un lenguaje limpio, libre de errores ortográficos y de errores gramaticales. Desgraciadamente ese no es el caso y muchos periodistas, incluso, acuden al uso de vocablos que no están aceptados en el diccionario de la Real Academia Española que ahora se elabora con la cooperación de las demás academias de la lengua.

He tomado el ejemplar de El Heraldo de esta fecha, 7 de julio de 2021, para hojearlo y me he encontrado con muchísimos errores que no deberían ser permitidos en la edición de cualquier periódico. Veamos.
En la portada, con letras de gran tamaño aparece la palabra tablets que el diccionario dice que no aparece y ofrece tableta como la palabra oficial. Esta palabreja del inglés se repite en muchas ocasiones en la edición.
Con letras más pequeñas, en la esquina inferior derecha, hay otro titular incoherente: Población ocupada de Honduras… El periodista debió escribir Población ocupada en Honduras, porque lo que dice su titular es que la población está ocupada de Honduras, de su suerte o de su destino o que sé yo, y según el texto de la noticia no es eso lo que quiso decir.

En la página 11 dice otro titular: El crédito sube apenas L. 11,700 millones al primer semestre. La contracción al no es la adecuada en este caso porque utilizó una preposición que no denota ubicación en el tiempo, por tanto, lo correcto es escribir: “millones en el primer” o “millones durante el primer”. Un poquito de estudio de la gramática de las preposiciones podría hacer que los periodistas dejen de insistir en su mal uso.
En la siguiente página usan un vocablo, con un significado que no tiene, que han puesto en moda los de la cúpula de la Policía: operativo. El diccionario clasifica a la palabra como un adjetivo, por tanto, no puede nombrar personas, animales o cosas. La palabra que en el diccionario aparece para designar las acciones de la Policía para perseguir a los delincuentes o con otros objetivos sería operación: una operación policíaca o policial –como más gusta ahora por que antes se hablaba de las Estaciones de Policía y hoy se prefiere Estación policial. Este mismo gazapo se encuentra en la página 13: “Realizan operativo…

Llevamos la mirada a la página de la derecha y encontramos que “Los estudiantes pasan a una entrevista para darles un seguimiento personalizado al alumno.” La acción de dar significa que ofrecemos algo tangible o intangible. En este párrafo asumimos que los clasificados reciben un seguimiento, lo meten en su cartapacio o su mochila y se lo llevan a casa. Sin embargo, no creo que los estudiantes estén deseosos de llevar un seguimiento a casa que les sería inservible. La universidad, en vez de dar seguimiento, debe de hacer seguimiento, ejecutar seguimiento. En esta misma noticia hay un error de concordancia: “incluye al menos cinco niveles de inglés, ya que esta es…” La concordancia nos dice que las palabras deben de coincidir en género y número. Niveles de inglés es masculino por tanto no debe decirse esta sino este y con acento porque se trata de un pronombre.
Más adelante, tras este somero examen, llego a la página 19. Ahí encuentro: Bachelet pidió ayer la puesta en libertad. Poner es ubicar algo en algún lugar. Libertad no es ningún lugar por tanto no se exige la puesta en libertad sino otorgar, dar libertad.

“Otro hecho similar enlutó a una familia en el oriente del país”: dice el diccionario sobre este asunto: “Los nombres de zonas geográficas se escriben con mayúscula cuando se refieren a países determinados: ‘El Oriente, el Occidente’.” Más claro no canta un gallo.

Pero el colmo está en el anuncio que publica mi querido compañero de Universidad, el célebre Médico Napoleón Galo Jordán, destacado desde que frecuentaba las aulas universitarias. Él pagó por ese anuncio, supongo, pero El Heraldo no se ocupó en hacer una publicación limpia de errores ortográficos: Disertación brillante en Congreso, debió escribirse Disertación brillante en el Congreso…; otro: “del ovárico poliquístico”, debió leerse “del ovario poliquístico”; sigo: participo por participó; Yoro. Y, por Yoro y; presentará, por presentará; trabajo en evento, por trabajo en un evento; medicas por médicas (en dos ocasiones).
Esto, no es con el objeto de fastidiar sino de que esos errores tan significativos no se repitan consuetudinariamente.

17 de julio de 2021
(*) Miembro de la Academia Hondureña de la Lengua.

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