Norman Ponce Bustillo: Primer alcalde de Trojes, en la senda del bicentenario

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12 de septiembre de 2021
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12:13 am
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Norman Ponce Bustillo: Primer alcalde de Trojes, en la senda del bicentenario

Ciudad de Trojes, vista desde el dron de canal 20.

Autor: Luis Alonso Gómez Oyuela
Email:[email protected]
Imágenes: Canal 20: Germán Reyes.

TROJES, El Paraíso. El municipio de Trojes (originalmente Las Trojas), recoge páginas de heroísmo pocas veces conocidas. Enclavado en “Entre ríos”, como lo descifraba José Idiáquez, uno de los primeros colonos que recorrieron toda la región con una enorme visión patriótica y amor a Honduras, merece estar en la senda del bicentenario, como también el primer alcalde, organizador del municipio, Norman Ponce Bustillo, entre 1987-88.

En 1987 mediante Decreto Ejecutivo, en la administración de José Simón Azcona Hoyo, la denominada zona recuperada, queda deslindada del municipio de Danlí, al crearse el municipio número 19 del departamento de El Paraíso. El Ministerio de Gobernación a cargo de Rumualdo Bueso Peñalba, vía decreto, procedió al nombramiento de la Corporación municipal, encabezada por el ciudadano Norman Ponce Bustillo. La corporación en pleno de acuerdo al interés político del momento debería estar conformada solo por integrantes del Partido Liberal, sin embargo, el alcalde durante una entrevista con el presidente Azcona, le sugirió que la Corporación municipal debería estar integrada por miembros del Partido Nacional, sugerencia que fue aceptada por el presidente.

Miembros de la sociedad civil en 1987 gestionando la creación del municipio.

“Fueron años difíciles porque ya estaba la contra insurgencia nicaragüense, ejerciendo dominio territorial en una fragante violación a la soberanía con el consiguiente perjuicio de los pobladores que se vieron obligados a emigrar ante los actos de violencia y abusos cometidos por los insurgentes. Los estragos a la economía fueron elevados, nuestros connacionales perdieron, no solo la tranquilidad, en algunos casos hasta la vida y sus bienes.

Tras tantos años de abandono por parte de los gobiernos, una vez constituido el municipio empezaríamos de cero a pesar de la ocupación de un ejército irregular. Lo primero era la organización del municipio. Para entonces la Agencia Internacional para el Desarrollo de los Estados Unidos (USAID), mediante una gestión personal en mi calidad de alcalde, logramos financiamiento económico, asistencia técnica y logística. Para entonces, curiosamente, Trojes era más conocido en Europa por la presencia de los corresponsales de prensa que lo convirtieron como el principal escenario y centro de información de las actividades de la “contra nicaragüense”. Fueron años de angustia y zozobra para nuestra gente, afirma el ahora exalcalde Ponce Bustillo.

Norman Ponce Bustillo, primer alcalde del municipio.

Norman Ponce Bustillo, es parte de una generación de colonos que llegó a Trojes en 1968 con procedencia de Morolica, Choluteca. Con sus padres, Luis y María Isabel Bustillo y sus hermanos Luis Danilo, Ada Isabel, Héctor Manol, Rodrigo Enrique y Jorge Mar. Como familia y como oriundos de Morolica, dice sentirse orgulloso de sus paisanos que han puesto muy en alto el nombre de nuestro terruño.

La verdad sobre Trojes y sus orígenes, una historia pocas veces contada pero llena de realismo y patriotismo que solo los que estuvieron aquí pueden dar fe, primero de su existencia y segundo de su abandono en todos los gobiernos.

La persona que más autoridad tuvo en su oportunidad para contarnos la historia de esta rica región fue el ingeniero Federico González (QDDG) porque estuvo en cada lugar conociendo palmo a palmo cada pedazo de tierra nuestra y al mismo tiempo, apasionado por lo que denomino las Tierras del Laudo.

Trojes asentado en un pequeño valle.

Federico González en el folleto “Impresiones de las Tierras del Laudo”, recuerda que en 1953 visito por segunda vez la región de Cifuentes y Trojes, situada más allá del Portillo de Teotecacinte, sitio este al que los vecinos también llamaban Mata de Guineo.

En junio de ese año la oficina de Estudios Territoriales recibió información que Arenales estaba en poder de la Guardia Nacional de Nicaragua por lo que había que ir para comprobar lo aseverado por la prensa de oposición al gobierno de Juan Manuel Gálvez.

El ingeniero González en compañía de Fabio Idiáquez, danlidense y Rigoberto Obando, vecino de la capital, visitaron la zona comprobando posteriormente que todo aquello era un territorio abandonado, desde Trojes hasta la desembocadura del río Cruta en el Atlántico, estaba intervenida por las autoridades de Nicaragua y el gobierno de Honduras apenas ejercía soberanía hasta la aldea de Cifuentes.

Actividad comercial en Trojes.

Aquella inmensa región de montañas y valles desde Trojes hacia el este, sur-este siguiendo las cuencas de los ríos Patuca y Segovia, son cerca de diez mil kilómetros cuadrados de territorio que por más de medio siglo estuvieron físicamente separados de la soberanía territorial.

María Elena Zúniga, maestra de educación primaria en una pequeña reseña cuenta haber llegado a Trojes en 1971. “Todavía había familias nicaragüenses que después del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya el 18 de noviembre de 1960, otorgó a Honduras el derecho de soberanía y legitimidad de su territorio. Las familias nicaragüenses tenían sus hijos en la escuela. Recuerdo entre otros a Ramón Artica, y Bonifacio Rocha. Los primeros pobladores hondureños de entonces, Humberto Rodas, Augusto Rodas Valle, Amado Montoya, Lupario Castellanos, Saturnina, no menciona apellido; Máximo y doña Ciriaca, cada uno de ellos con familias numerosas; Luis Hernández y Manuel Hernández, Margarita Valladares y sus hijos; Betío Sauceda, Cecilio Salinas, Juan Valladares, este era el guarida civil, Exequiel Martínez y familia, José de la Cruz Núñez y familia; María Díaz, María Zavala y sus hijos, Juan Moncada y familia; Aníbal Chacón, Paulita Valladares y sus hijos; Carlos Alberto Alemán y familia; Conrado Segura, Alberto Rodríguez y familia, Luis Ponce y su familia, Rodolfo Mendoza y doña Isidra Portillo. Estaban como guardias civiles, Julio Flores, Gumersindo Amador, Leónidas Fonseca y Juancito Valladares; como aduanero Modesto Martínez, en el puesto fronterizo El Guineo”. María Elena Zúñiga, en 1971 fungió como directora de la escuela rural Mixta Alfonso XIII, funcionaba en una casa particular.

Primera Corporación municipal 1987-1988.

Una de las expresiones cotidianas de Idiáquez relacionadas con la zona de Cifuentes y sus alrededores era la siguiente en el año de 1915: “hay que resguardar el cañón de Cifuentes de la manera que haya lugar. Perdiendo a Cifuentes, se pierde definitivamente a Trojes y perdiendo a Trojes se pierde el Patuca y perdiendo este río se pierde el Segovia”. El sueño de Idiáquez estuvo ligado a esta zona; no se perdió la región que tanto amó. Cabe el honor y la honra a Norman Ponce Bustillo, haber sido el arquitecto que organizó el municipio y sentó las bases del progreso y el desarrollo. Por lo tanto, merece estar en la senda histórica del bicentenario.

Trojes es poseedor de una inmensa riqueza natural, bosques y agua.
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