¿Qué hacer con los terrenos del Toncontin?

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20 de septiembre de 2021
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12:05 am
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¿Qué hacer con los terrenos del Toncontin?

Por: Otto Martín Wolf

Apuesto que desde hace mucho tiempo los ojos ambiciosos y las regordetas y sudorosas manos de muchos políticos y empresarios están puestas en los valiosos terrenos donde se ubica nuestro querido y antañón aeropuerto.

Son ideales para urbanizaciones, centros comerciales, edificios de condominios y cuanta cosa pueda imaginar, valen muchos millones, tantos que no creo que exista un cálculo que tenga una buena aproximación (para utilizar términos aeronáuticos).

Pero su valor más grande no se encuentra en el dinero que pueda producir su comercialización, lo que realmente vale es el uso que se le pueda dar, para el bien de todos los capitalinos, en el momento en que se decida cerrarlo del todo, cosa que fervientemente espero no suceda.

New York tiene un maravilloso Central Park ubicado en el puro corazón de la metrópoli. Ahí los neoyorquinos pueden practicar casi todos los deportes, disfrutar de conciertos gratis, realizar paseos familiares campestres y hasta citas románticas.

Bogotá cuenta con el enorme Parque Bolívar donde se realizan toda clase de actividades deportivas, culturales y de esparcimiento familiar.

San José (Costa Rica) tiene La Sabana, precisamente donde se ubicaba el antiguo aeropuerto con ese mismo nombre que fue trasladado a su actual domicilio en Alajuela, a unos 18 kilómetros del centro de la capital.

Igual que los parques mencionados, es un pulmón verde en el centro de la capital, con instalaciones deportivas populares y toda clase de facilidades para diversión y disfrute familiar.

En realidad la mayoría de las capitales y ciudades importantes de todos los países tienen algo parecido, solo nosotros no (como de costumbre).

Los terrenos del Toncontín y de la Fuerza Aérea son la última oportunidad que tiene la capital de contar con un parque en su corazón, lo demás está todo en manos privadas.

Las vías de acceso ya existen, son totalmente planos y no se requiere de mucha inversión, solo la determinación de oponerse a los intereses privados y pensar en el bienestar de la ciudadanía.

Ese tema podría ser parte de la campaña política de todos los candidatos a alcalde y, mejor aún, un plan común, un acuerdo previo a las elecciones, un compromiso de que, gane quien gane, Tegucigalpa perderá un aeropuerto pero, al menos, ganará un parque enorme, verde, lindo y popular, eso quiere decir, que pertenecerá a todos los capitalinos.

Desde luego eso es difícil de lograr si entre los “interesados de siempre” se encuentran los patrocinadores de los candidatos o, quizá, ellos mismos puedan tener ideas personales en la cabeza o en su propia billetera.

Pero existen otras instancias: ecologistas, asociaciones deportivas, grupos familiares organizados y hasta miembros de la Cámara de Comercio e Industrias, digo, los que no estén comprometidos con sus intereses personales.

En general, todos los capitalinos podrían organizarse (como no lo hicieron para salvar el aeropuerto) y luchar por la construcción del parque Toncontín.

La actual terminal puede ser utilizada comercialmente, sin duda sería de mucho éxito con restaurantes, cafeterías, tiendas de artículos deportivos y otros.

Las áreas de estacionamiento existentes quedarían al servicio de los visitantes (sin cobrar, que conste).

Una tan necesaria estación de bomberos para la zona sur de la ciudad? Un enorme helipuerto para grandes emergencias?

Los otros edificios servirían para albergar asociaciones de tenistas, corredores, ciclistas y todas las actividades deportivas en general.

No se desperdiciaría nada, tampoco habría que construir mucho.

Baños públicos, canchas deportivas, facilidades para fiestas familiares (piñatas, paseos campestres, nada caro, nada difícil de hacer).

Deberíamos de tratar de salvarlo para el uso que siempre ha tenido pero, si no se puede, debería de convertirse en ese parque Toncontín que tanto necesita Tegucigalpa.

ottomartinwolf.com
[email protected]

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