Óscar Lanza Rosales
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La Secretaría Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), ha propuesto un Plan de Desarrollo Integral (PDI) para El Salvador, Guatemala, Honduras y el sur-sureste de México (ElS-G-H-SM), algo así como el plan Marshall (1948-1951) que los Estados Unidos (EU) y sus aliados financiaron a los países europeos devastados por la Segunda Guerra Mundial.
Es un documento elaborado por CEPAL, con el acompañamiento de 24 organismos de las Naciones Unidas, y por supuesto, con el apoyo de los cuatro países involucrados.
Después de realizados los diagnósticos respectivos, con el objetivo principal de abordar las causas estructurales de la migración desde los países ElS-G-H-SM hacia el norte, tomando en cuenta los factores asociados a ese proceso, como son la pobreza, la desigualdad, el desempleo y el impacto de los desastres naturales, entre otros, agravados por la pandemia de la COVID-19, este organismo regional plantea un PDI que contribuya a lograr que la migración en estos países sea segura, ordenada y regular, y -de manera simultánea- para atacar las causas estructurales de modo de aumentar el bienestar de las poblaciones de la región analizada y que la movilidad humana sea una opción libre.
CEPAL propone una movilización de recursos por 45 mil millones de dólares en 5 años, dirigidos a financiar 4 grandes pilares (15 programas y 114 proyectos) así: el desarrollo económico con 31,200 millones; avanzando hacia el bienestar social con 10 mil; respuesta al cambio climático con 3,300 millones; y una gestión integral del ciclo migratorio con 500 millones.
CEPAL plantea un PDI bajo un nuevo modelo de desarrollo para la subregión, desde la perspectiva de la seguridad humana, los derechos humanos, que sea eficiente, socialmente inclusivo y ambientalmente sostenible, y que responda a demandas apremiantes de largo y corto plazo, donde la seguridad humana constituya la columna vertebral.
Considera indispensable aprovechar todos los espacios de diálogo entre los países del Triángulo Norte de Centroamérica y los 9 estados del sur de México siendo necesario relanzar y ampliar la integración de Centroamérica. Fortalecer las prioridades nacionales, las políticas para áreas rezagadas, la gobernanza y las instituciones. Y también considera indispensable profundizar la cooperación internacional.
En resumen, propone un plan innovador con el compromiso político de los cuatro gobiernos. Una propuesta articulada de todo el sistema de las Naciones Unidas. Una sostenibilidad económica, social y ambiental. La dimensión territorial que reconozca afinidades históricas y culturales. Un enfoque de seguridad humana. Una respuesta rápida en un período de alta incertidumbre. Y aprovechar las sinergias entre iniciativas en curso y nuevas propuestas.
Me parece que esta propuesta de CEPAL está bien pensada. Y creo que la banca de desarrollo internacional y EU están dispuestos a financiarlo, porque a los estadounidenses no les queda otra alternativa que buscarle solución a esa gran ola de migrantes a su país, lo mismo que a México, como país de tránsito.
Pero la pregunta es ¿estamos los hondureños preparados para recibir una ayuda masiva para ejecutar ese plan de manera exitosa, como han sido los alemanes para salir de esas grandes crisis en que se han visto envueltos, principalmente después de la segunda guerra mundial?
Un gobierno de primer nivel, con Konrad Adenauer como canciller y su brillante ministro de Finanzas, Ludwig Erhard, quien emprendió una serie de reformas, que condujo a lo que se conoce como el “milagro económico alemán”. Aplicaron la economía social de mercado, aprovechando el capitalismo para crear riqueza y el socialismo para su redistribución y planificación.
Del pueblo alemán se dice que aportó voluntad a trabajar largas horas -incluso a cambio de bajos salarios- para que el aparato productivo se recuperara. Y también su formación técnica que ya la tenía.
Emprendieron un período duradero de baja inflación y rápido crecimiento industrial. Hasta los sindicatos y la patronal negociaron los salarios de acuerdo, a la productividad, y la participación en las ganancias a cambio de reducir la conflictividad laboral.
A pesar que, Alemania solo logró unos 1,300 millones de dólares de los 13 mil millones de la ayuda a través del plan Marshall de los países aliados, con su eficiente manejo, pronto logró un crecimiento económico sostenido de un 7%, elevó en 67% el Producto Nacional Bruto (PNB) y duplicó de un 10 a 20% las exportaciones con relación al PNB.
Honduras en su vida republicana, nunca ha estado preparada para nada, incluyendo cuando estuvo funcionando el Mercado Común Centroamericano en los años 60, que fue el menos beneficiado. ¿Estaremos preparados ahora para emprender este PDI?
