Cínica alianza

MA
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16 de octubre de 2021
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01:32 am
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Cínica alianza

Nery Alexis Gaitán

Parece que con los políticos hondureños no hay salvación alguna. La historia nos ha demostrado que siempre actúan de una forma mezquina, alevosa, delincuencial. Únicamente les importan sus intereses personales, de grupo o del partido en el cual militan. Si tienen que hacer un pacto con el diablo, para obtener sus mezquinos intereses, con gusto lo hacen.
Hoy son amigos en la mandracada y más tarde acérrimos enemigos por la distribución del botín. Y es que bien sabemos que no hay honor entre villanos; lo único que les importa es la obtención de ganancias y de cuotas de poder para darse la gran vida.

Entre ellos es normal acusarse de lo peor, diciendo que los otros son una lacra humana, pero si la situación lo amerita de improviso vuelven a tratarse como hermanos queridos, y hacen las alianzas que sean necesarias, con tal de no perder el favor de los electores y seguir en la palestra política.
Con los antecedentes anteriores no nos extraña la reciente alianza entre la señora Xiomara Castro y “el señor de la televisión”, Salvador Nasralla. Hasta hace un par de días se insultaban con los epítetos más amargos salidos de boca alguna. Hoy, se han unido para hacerle frente al Partido Nacional en las próximas elecciones.
Llama la atención que por intereses mezquinos de la oposición, no pudieron hacer alianzas en tiempo y forma. Ahora, cuando ya tienen el agua hasta el cuello, deciden, dando manotazos de ahogados, forjar una alianza de hecho.

Es obvio que ya es evidente su derrota en noviembre próximo. Y sabiendo que perderán la cuota de poder que ostentan actualmente, desean sorprender al electorado joven, sobre todo, con una alianza que a todas luces los llevará al fracaso.
Los dirigentes de Libre tienen bien claro, que en el mejor de los casos, pasarán a ser la tercer o cuarta fuerza política en el país. Y Nasralla, endeble políticamente, casi a la deriva, se da cuenta que con su partido no llegará a ningún lado.

Así, deciden unirse para sobrevivir; es la única razón de esta cínica alianza. Pero como todo es negocio, al locutor de la televisión, tuvieron que colocarlo de designado presidencial, también le ofrecieron la presidencia del Congreso Nacional y algunos ministerios, de esa forma se unió alegremente a sus enemigos.
Y, lo peor, es que nada nuevo ni bueno ofrecen. Por su parte, Nasralla no es capaz de hacer propuestas serias que den evidencia que tiene alguna vinculación con la realidad nacional. Él no puede ver más allá de las narices de su exacerbado ego.
A la señora Castro, su marido no la ha actualizado en el discurso político. Repite la misma cantaleta que ya tiene hastiados a los hondureños: “Que es necesaria una Asamblea Nacional Constituyente que redacte una nueva Constitución porque la que tenemos es obsoleta y no beneficia a los pobres…; etc.”.
Nosotros tenemos una excelente Constitución que refleja equidad y justicia social. Y ya sabemos que no es la Carta Magna el problema, sino los que gobiernan, que no representan ni defienden los intereses del pueblo.
Se le olvida a la señora que cuando gobernaron lo menos que hicieron fue promulgar leyes a favor de las grandes mayorías. Y que, al contrario, dejaron el Estado en bancarrota.

Esta cínica alianza no va a ningún lado. Nasralla ha traicionado a la UNOH, y a sus seguidores. Y el discurso antidemocrático de Libre es rechazado por los catrachos que defendemos nuestro sistema de vida y las instituciones que lo avalan.

Es triste darnos cuenta que los políticos hondureños jamás están interesados en mejorar la calidad de vida de las grandes mayorías. Que solo los mueven sus propósitos mezquinos, en busca de llegar al poder a costa de lo que sea para seguir empobreciendo al país.

¡Honduras necesita políticos honestos que hagan la diferencia!

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