A PRECIO DE GANGA

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12 de noviembre de 2021
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12:14 am
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A PRECIO DE GANGA

¿A quién se le antoja comprar un jet presidencial al módico precio de $200 millones? Hay varios disponibles. Uno de ellos adquirido por Felipe Calderón y usado por Peña Nieto. Pero como AMLO viaja poco, decidió subastarlo. Tiene un “dormitorio y lavabo de la oficina presidencial con ducha”. “Asientos para pasajeros VIP, 80 cupos incluidos de clase ejecutiva”. Largo alcance 7,500nm. Tripulación de vuelo superior; descanso y asistente de vuelo superior”. “Tiene mil 741 horas de vuelo desde nuevo y 881 ciclos totales”. El gobierno mexicano, que paga altos costos de mantenimiento y de hospedaje, lleva 3 años sin poder venderlo. De pronto a AMLO se le ocurrió rifarlo. Hubo una gran promoción “Compra un boleto y, si ganas, –un premio inútil, más bien oneroso para el raquítico bolsillo popular– te convertirás en el orgulloso propietario de un jet personalizado”.

La rifa se convirtió en chiste. El ganador del premio gordo ¿dónde diablos aparcaría semejante animal? ¿Cómo pagaría pilotos, gastos de mantenimiento y, cuando dispusiese viajar a saber dónde, cuánto le costaría la broma? Así que desistieron de rifar el avión. Pero como el sorteo ya estaba anunciado, cambiaron a premios en efectivo y lo recaudado en la venta de boletos iría al suministro de medicamentos y a abastecer hospitales. No se amontonen ya que el jet mexicano sigue disponible; con la grata noticia que acaba de salir otro a la venta. El presidente peruano como sorpresa de sus primeros 100 días de gobierno, ordenó poner a la venta el avión presidencial. Se trata de un Boeing 737-528 con capacidad para 70 pasajeros. Una vez que aparezca un comprador manirroto los dineros serán destinados “a la salud y a la educación de los niños”. Y como otro aporte a la austeridad dispuso que “ningún funcionario viajará en primera clase sino como cualquier ciudadano de a pie”. (Bueno, de a pie, pero no a pata, porque los viajes aéreos se hacen volando no caminando). No es este el primer gobierno que intenta vender aviones presidenciales. Allan García colocó el suyo –no el suyo, sino el asignado a la casa de gobierno– a disposición de la clientela. Convocó a dos subastas públicas a las que no se presentó ningún postor. A los uruguayos les fue mejor cuando decidieron deshacerse de su avión. En un inicio la subasta fue declarada desierta cuando no se presentaron oferentes. Terminaron rematándolo a un operador privado argentino. Solo que a precio de ganga. A $180 mil. Recuperando únicamente el 18% del precio de compra. Lo tomaron con resignación. Informando al público que se ahorrarían los $3 millones que tragaba el aparato en continuos gastos.

No solo acá abren bulto. El Estado rumano vendió por 120,000 euros el último avión presidencial que usó el dictador comunista Nicolae Ceausescu (1918-1989), en una subasta online organizada en Bucarest. Con condiciones. “El nuevo dueño del avión está obligado por ley a no sacarlo del territorio y el espacio aéreo rumano, ya que ha sido declarado parte del patrimonio móvil de Rumanía”. Solo que allá la cultura es otra. “La mayoría de personas interesadas en participar en la puja eran coleccionistas de tesoros históricos o tecnológicos o emprendedores del sector del turismo y la organización de eventos”. “En la misma subasta se vendió por 95,000 euros la limusina Paykan Hillman-Hunter de 1974 que el Sha Mohammad Reza Pahleví le regaló a Ceausescu”. (Si de reliquias históricas se trata, uno de estos días –de continuar apretando la crisis– el Sisimite rifa o subasta o remata, o alquila la cueva donde habita en la escarpada empinada).

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