La fórmula que gobernará el Congreso: LIBRE (50) + PL (22) + PSH (10) + PAC (1) + PDCH (1) = 84
A partir del 25 quedará integrado el CN con los nuevos legisladores.
Sin importar el escrutinio especial pendiente, la fórmula para presidir el Congreso está lista con 84 votos y todo apunta a que el partido del nuevo gobierno gobernará sin problemas para pasar todas las leyes y las reformas constitucionales que prometió en campaña, como las ZEDE y el Código Penal.
Con el espaldarazo de última hora de los liberales, que le ha puesto en bandeja de plata sus 22 diputados para que dispongan de ellos en la integración de la junta directiva -alejando de paso el fantasma de un Congreso presidido en alianza liberal-nacionalista-, la fórmula la encabeza el Partido Libertad y Refundación con 50 votos y sus aliados del Partido Salvador de Honduras (PSH) con 10. Además, los altos mandos de Libre se están moviendo para asegurar el voto del Partido Anticorrupción (PAC) y el de la Democracia Cristiana (DC), según confirmaron los diputados Ramón Soto y Sergio Castellanos, la semana pasada.
SE MOVIERON RÁPIDO
El alto mando de Libre comenzó a moverse para asegurar los votos suficientes, una vez que se dio cuenta que los nacionalistas le endulzaban el oído a los liberales con sus 43 votos para dejarlos presidir la Cámara Legislativa bajo una alianza que sumaba 66, lo suficiente para la mayoría simple (65) y nombrar al presidente. A esto se sumó el hecho que el escrutinio alcanzó 88 por ciento y hasta 91 en algunos departamentos, lo que no variará aun con los restantes votos por contar en las actas supuestamente “infladas”.
De acuerdo a los expertos del Consejo Nacional Electoral (CNE), es casi imposible que cambie la distribución de los 128 diputados para cada partido, como está ahora, ya que la carga electoral restante es muy baja para afectar el cociente que se toma en cuenta para la integración.
En todo caso, lo único que puede pasar con este escrutinio especial, estancado desde el viernes pasado, es que un candidato desplace a un compañero de planilla, pero solo en caso extremadamente excepcional podrá aumentar los números que tienen hasta el momento cada partido: Libre, 50; Partido Nacional, 24; los liberales 22; el Partido Salvador de Honduras, 10; PAC, 1 y PDCH, 1.
Así, la cúpula del partido de izquierda tiene carta libre para continuar con los consensos para la gobernanza del Congreso y el Ejecutivo, que trae una agresiva agenda de reformas que van desde abolir las Zonas Especiales de Desarrollo (ZEDE), por considerarlas lesivas a la soberanía nacional; el Código Penal, que flexibilizó las penas a los delitos de cuello blanco, la inexpugnable Tasa de Seguridad, la Ley de Secretividad, el contrato de concesión de Palmerola y de la Empresa Energía Honduras (EEH), entre otras iniciativas y para las que ocupará forzosamente la mayoría calificada.
LIBRE O PSH: ¿QUIÉN PRESIDIRÁ?
Pero no todo parece despejado para Libre. Debe al mismo tiempo decidir si le entrega la presidencia a su virtual vicepresidente Salvador Nasralla como se lo prometió en campaña durante la firma de una alianza que los ha llevado al poder. A pesar que el partido de Nasralla, el PSH, solo ha conseguido 10 escaños, el presentador de televisión espera que le cumplan en medio de rumores que será traicionado y que finalmente el Legislativo quedará en manos de sus aliados mayoritarios.
Al menos en público, los diputados y la dirigencia de Libre han dicho que honrarán el pacto. “El acuerdo fue público y se debe respetar”, dijo Germán Altamirano, diputado por Santa Bárbara. “Sé que Xiomara Castro le va cumplir en los términos que se acordó”, dijo al respecto el diputado por Comayagua, Yahvé Sabillón. Sin embargo, este congresista reveló que el acuerdo partía del hecho de darle la presidencia a Nasralla si juntos conseguían los 65 diputados, pero como apenas llegaron a 60 ahora depende de las otras tres fuerzas involucradas, entre ellos, los liberales, que han dicho que apoyarán la propuesta de Libre pero no han aclarado si implícitamente incluye la de Nasralla.
SUENAN CANDIDATOS
De todas maneras, por ambos lados han saltado los primeros nombres para presidir el Congreso. En el PSH suena fuerte Fátima Mena, Luis Redondo, ambos de Cortés y Maribel Espinoza de Yoro. Es probable que Libre acepte a los dos primeros, pero no a Espinoza por haber apoyado el golpe de Estado en contra del expresidente Manuel Zelaya en 2009, ahora coordinador general del partido. A la par, los candidatos mencionados en el partido de izquierda son Jorge Cálix, Hugo Noé Pino y Carlos Zelaya. Incluso, Beatriz Valle, virtual diputada y parte del círculo de hierro del exgobernante que ha propuesto públicamente a Cálix, lo que ha sido interpretado en otros sectores como el rumbo que tomarán los consensos antes del 25 de enero del 2022, cuando deberá integrarse la nueva junta directiva del Congreso para el período 2022-2026.
LOS NACIONALISTAS SE REPLIEGAN
Considerados como los grandes derrotados de este proceso -comenzando con la pérdida de la Presidencia de la República, 18 escaños y más de 80 alcaldías- los nacionalistas se han replegado a reorganizar la bancada para una oposición constructiva en el Congreso, apoyando las iniciativas de beneficio al pueblo, según ha explicado Antonio Rivera Callejas.
Al mismo tiempo ha comenzado las primeras pláticas para nombrar la jefatura de la bancada con nombres conocidos como el mismo Rivera, Tomás Zambrano y Mario Pérez o liderazgos emergentes como Jorge Zelaya, el virtual diputado más votado entre ellos, Gustavo González de El Paraíso y Tania Pinto de Ocotepeque, los únicos departamentos que ganaron junto con Valle, La Paz y Copán.
Huérfanos de liderazgo y con todos los caudillos de los últimos 20 años fuera del poder (Ricardo Maduro, Porfirio Lobo Sosa, Juan Orlando Hernández, Mauricio Oliva y Ricardo Álvarez), comienza de esta forma un largo peregrinaje para el partido de la estrella solitaria en el que inevitablemente el canibalismo político y el ajuste de cuentas estará a la orden del día. (Eris Gallegos)
