“LA FELICIDAD”

ZV
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23 de diciembre de 2021
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12:44 am
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“LA FELICIDAD”

NI se le ocurra –a esa frívola multitud de zombis adicta a sus aparatitos tecnológicos indigestada de superficialidades– tropezarse con una tan sola palabra de este escrito. La aversión de hoy a la lectura es endémica. No hay magia ni regalo milagroso que recupere los buenos hábitos de antaño. Continuamos con Jorge Luis Borges: “Sobre el libro han escrito de un modo tan brillante tantos escritores”. “Yo quiero referirme a unos pocos”. “Primero me referiré a Montaigne, que dedica uno de sus ensayos al libro”. “En ese ensayo hay una frase memorable: No hago nada sin alegría”. Montaigne apunta a que el concepto de lectura obligatoria es un concepto falso”. “Dice que, si él encuentra un pasaje difícil en un libro, lo deja; porque ve en la lectura una forma de felicidad”.

“Recuerdo que hace muchos años se realizó una encuesta sobre qué es la pintura”. “Le preguntaron a mi hermana Norah y contestó que la pintura es el arte de dar alegría con formas y colores”. “Yo diría que la literatura es también una forma de la alegría”. “Si leemos algo con dificultad, el autor ha fracasado”. “Por eso considero que un escritor como Joyce ha fracasado esencialmente, porque su obra requiere un esfuerzo”. “Un libro no debe requerir un esfuerzo, la felicidad no debe requerir un esfuerzo”. “Pienso que Montaigne tiene razón”. “Luego enumera los autores que le gustan”. “Cita a Virgilio, dice preferir las Geórgicas a la Eneida; yo prefiero la Eneida, pero eso no tiene nada que ver”. “Montaigne habla de los libros con pasión, pero dice que, aunque los libros son una felicidad, son, sin embargo, un placer lánguido”. “Emerson lo contradice –es el otro gran trabajo sobre los libros que existe–”. “En esa conferencia, Emerson dice que una biblioteca es una especie de gabinete mágico”. “En ese gabinete están encantados los mejores espíritus de la humanidad, pero esperan nuestra palabra para salir de su mudez”. “Tenemos que abrir el libro, entonces ellos despiertan”. “Dice que podemos contar con la compañía de los mejores hombres que la humanidad ha producido, pero que no los buscamos y preferimos leer comentarios, críticas y no vamos a lo que ellos dicen”. “Yo he sido profesor de literatura inglesa, durante veinte años, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires”. “Siempre les he dicho a mis estudiantes que tengan poca bibliografía, que no lean críticas, que lean directamente los libros; entenderán poco, quizá, pero siempre gozarán y estarán oyendo la voz de alguien”.

“Yo diría que lo más importante de un autor es su entonación, lo más importante de un libro es la voz del autor, esa voz que llega a nosotros”. “Yo he dedicado una parte de mi vida a las letras, y creo que una forma de felicidad es la lectura; otra forma de felicidad menor es la creación poética, o lo que llamamos creación, que es una mezcla de olvido y recuerdo de lo que hemos leído”. (Citamos un cumplido dedicado al connotado escritor argentino que para nada es una hipérbole: “Leer por primera vez a Borges es como descubrir una nueva letra en el alfabeto o una nueva nota en la escala musical”. Sin embargo, aun cuando muchos como Borges encuentran felicidad en los libros, no hay que olvidar –opina el Sisimite– que la alegría es caprichosa. El maleficio de los no lectores es su embrujo de total felicidad con su total ignorancia).

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