Recapitulando la historia 2020-21: iniciamos el 2022 con fe y esperanza

Autor: Luis Alonso Gómez Oyuela
Email: [email protected]

DANLÍ, El Paraíso. Iniciar un nuevo año, equivale a dar el primer paso para escalar una montaña con la sola idea de llegar a la cima. Casi dos años de pandemia y todavía en espera de un final; no obstante, la amenaza persiste al aparecer nuevas variantes en el mundo. 2020-21 dejan huellas profundas en la familia, la sociedad y la economía, de allí la importancia de un nuevo inicio encaminado a superar diferencias para hacer frente a los retos, por lo tanto, iniciemos con esperanza un nuevo recorrido confiando en Dios que las cosas serán mejores.

Con esta breve introducción, entramos a recapitular los diferentes temas que escribimos durante el año que recién finalizó. Cada reportaje llevó enfoques diferentes en el abordaje de temas vinculados con la familia, historia, cultura, educación, salud, emprendimiento, producción, religión y postergación total de las comunidades rurales, donde la mano de los gobiernos locales no llegó, y la clase política como siempre; solo aparecieron en busca de votos con las mismas promesas trilladas.

Todas las comunidades resienten la crisis económica ocasionada por los desastres naturales que, afectaron la producción de café. Los corteros lamentan que solo van por el “graniteo”, expresión usada para referirse al menudeo en las plantas. Por otro lado, la pandemia después de dos años, mantiene a los niños alejados de la escuela. La educación virtual en estas comunidades no fue posible. Los maestros realizaron su trabajo en jornadas de una o dos veces por semana de casa en casa, pero no fue posible llegar a todos los alumnos que, por regla general en tiempo normal, caminan entre tres y cinco kilómetros para llegar a la escuela. Sobrevivir en estas aldeas, depende de la gente, el gobierno está muy lejos para conocer la realidad. Los políticos llegaron muy solícitos antes de las elecciones. No volverán hasta dentro de cuatro años a estas comunidades olvidadas.

No hubo descuido de nuestra parte para referirnos a la paralización por la pandemia de los eventos religiosos de las diferentes denominaciones cristianas que fueron obligadas a cerrar los templos. Fuimos parte importante con los enfoques de motivación. La entrega de regalos de Navidad a los niños en las comunidades rurales de parte del programa internacional denominado la “Bolsa Samaritana”.

En el ámbito de la cultura, Lourdes Cruz Díaz, dijo “que extrañaba el trabajo presencial en la Casa de la Cultura, escuchar los gritos de los niños en los pasillos, las instrucciones de los maestros en voz alta, atender al público con una sonrisa, los ensayos con las niñas, el abrazo, los buenos días, los aplausos, la música y la convivencia. Los consejos y regaños a veces de quien ha sido mi apoyo constante. Esa casa llena toda mi vida, es mi refugio. En síntesis, la pandemia vista desde el punto positivo, me ha hecho crecer en muchas cosas, especialmente en mi fe y amor a mi trabajo”.

Con el proyecto del Comité Danlidenses de Desarrollo, los niños de la Estancia Santa Gertrudis, LA TRIBUNA mantuvo un vínculo permanente por ser parte de esa iniciativa social apoyando cada gestión en los momentos de crisis para la supervivencia de esta enorme labor social dirigida a un sector de población en desarraigo por la extrema pobreza.

Escribimos varios reportajes sobre los peligros que enfrentaron los niños durante la pandemia. En la mayoría de los casos no detectados por los padres tras largos meses de ausencia en las aulas y la relación entre los compañeros y amigos. El encierro podría cobrar sus réditos por lo que hicimos el llamado para fijar la atención a ese núcleo poblacional y familiar. Los seres humanos estamos acostumbrados a vivir en sociedad y mucho más los niños que por su edad, comparten inquietudes y juegos con los amigos y compañeros en la escuela.

La relación intrafamiliar se circunscribe al orden disciplinario en el hogar con recomendaciones a través de este rotativo como una contribución positiva para la formación integral de los niños y la sana convivencia familiar. Alertamos sobre situaciones de riesgo psicológico en caso de peleas entre los padres, es de tirantez y discusiones, producidas por la misma condición de encierro que afectó las relaciones entre las personas adultas por el constante estrés y temor.

El evangelista Billy Graham, solía referir el caso de una joven que resultó gravemente herida en un accidente. En sus últimos momentos le dijo a su madre, “madre me enseñaste todo lo que necesitaba para pasarlo bien en la vida, pero nunca me enseñaste cómo debía morir. Enséñamelo pronto mamá porque estoy muriendo”. No es el caso que nos ocupa, pero las sociedades cambian, y esta es la oportunidad que tienen los padres para ayudar a sus hijos, no cómo morir, sino cómo vivir en paz y armonía.

Otro de los reportajes reflexivos publicados en los días más aciagos de la pandemia fue sobre la importancia del oxígeno para la sobrevivencia humana. ¿Cuánto vale respirar? Un hombre de 80 años caminaba por una de las calles de Estados Unidos, de repente cayó en la calle, la gente corrió en su auxilio, el hombre tenía problemas respiratorios, lo llevaron a un hospital y lo conectaron a un tanque de oxígeno. Cuando le dieron el alta la enfermera le dijo, usted debe 200 dólares; el hombre rompió en llanto para sorpresa de todos. Todos se dijeron, este hombre no tiene los 200 dólares, no puede pagar. Le preguntaron, ¿señor por qué llora, no puede pagar? El hombre dijo, sí, puedo; tengo los 200 dólares y mucho más, lloro porque si por un día de oxígeno me cobraron 200 dólares, no me imagino lo que le debo a Dios por 80 años de poder respirar gratis”.