Mejora la circulación. El ajo es rico en vitamina B, un compuesto esencial que reduce los niveles de homocisteína. Esta sustancia es la responsable de endurecer los vasos sanguíneos y de traernos múltiples problemas. Fortalece el sistema inmunológico. Nos ayuda a curar infecciones leves y favorece la cicatrización de las heridas. Es adecuado para gripes y resfriados. Es bueno para el hígado, reduce los niveles de colesterol y cuida la piel.
Contras
A pesar de todo lo bueno que presenta no tiene buenas interacciones con algunos medicamentos anticoagulantes y/o para la hipertensión. Puede provocar molestias en el sistema gastrointestinal con sintomatología tales como dolor abdominal, pérdida de apetito y distensión abdominal. Su consumo excesivo puede traer efectos adversos en el hígado, o algún proceso alergénico. No se puede consumir mientras se encuentra en terapia insulínica.