El pago mediante dinero electrónico

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21 de abril de 2022
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12:02 am
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El pago mediante dinero electrónico

Por: Jorge Roberto Maradiaga
Doctor en Derecho Mercantil, catedrático universitario y especialista en Derecho Aeronáutico y Espacial.

Tal como lo establece la doctrina, el dinero electrónico, es un valor o medio de pago que se almacena en un soporte electrónico. Por ello, por medio de este sistema es posible hacer transacciones sin que necesariamente intervenga un banco u otra entidad financiera, tal como lo demuestran los hechos concretos, habida cuenta que estamos inmersos en el contexto de la revolución de las tecnologías de la información.

El dinero electrónico, en su concepto más amplio, incluye cualquier sistema de pago que involucre un medio digital. De esta forma, engloba a las tarjetas de prepago, tarjetas de crédito o monederos electrónicos, entre otros. Todos estos medios utilizan software, en algunos casos hardware, y conexión a Internet para materializar su accionar.

Los medios de pago electrónicos más usuales son las tarjetas de crédito y débito y las tarjetas prepagadas. Mediante estas se envían instrucciones de pago, que consisten en dar la orden de hacer una transferencia electrónica de fondos de tu tarjeta a la cuenta de quien te vende el bien, producto o el servicio

Tratadistas del tema puntualizan que el dinero electrónico, en su concepto más amplio, incluye cualquier sistema de pago que involucre un medio digital. De esta forma engloba a las tarjetas de prepago, tarjetas de crédito o monederos electrónicos etc. Todos estos medios utilizan software, en algunos casos hardware, y conexión a Internet para el dinero electrónico por ser un valor o medio de pago que se almacena en un soporte electrónico.

Tratadistas del tema puntualizan que “el dinero es un medio de cambio y medida de valor que ha sido representado por diferentes objetos físicos desde conchas, granos de cacao, plumas de ave, metales, hasta monedas y billetes. Hoy en día el dinero ha tomado la identidad de datos que circulan a través de redes computarizadas y que pueden dar la vuelta al mundo en tan solo unos segundos”.

Esta última forma es la que se conoce como dinero electrónico, el cual se intercambia a través de medios como el Internet o redes de telecomunicaciones privadas, en respuesta a las instrucciones de quienes realizan algún pago o transacción electrónica. Este dinero se encuentra virtualmente en una cuenta bancaria, de ahí viaja por la red para llegar a otras cuentas y así realizar pagos. El dinero ya no está respaldado necesariamente por un objeto físico, sino por el trabajo y la producción que realizamos todos para obtenerlo.

Destacan además los tratadistas: “para posibilitar la forma y el uso del dinero ha sido necesaria la instalación de la infraestructura apropiada, como sistemas de cómputo, conexiones a Internet y una red electrónica que permita transferir información sobre las transacciones de comercios o cajeros automáticos a sucursales bancarias. El uso del dinero electrónico requiere tecnologías de telecomunicaciones desarrolladas, así como la implementación de sistemas de seguridad, los cuales son posibles gracias al desarrollo de la infraestructura tecnológica”.

Es de destacar, además que los nuevos avances permiten transacciones cada vez más seguras, rápidas y eficientes, e, igualmente, hacen pensar que en un futuro próximo las transacciones no se van a hacer solo desde cajeros automáticos, terminales de punto de venta o computadoras, sino también desde dispositivos portátiles como teléfonos celulares. Esto último ya es posible, pero solo en algunos cuyas tecnologías están altamente avanzadas. Por este motivo es más problemático y retardado en países con bajo nivel de desarrollo.

Es de destacar, además, que los medios de pago electrónicos más usuales son las tarjetas de crédito y débito y las tarjetas prepagadas. Mediante estas se envían instrucciones de pago, que consisten en dar la orden de hacer una transferencia electrónica de fondos de tu tarjeta a la cuenta de quien te vende el producto o el servicio. También se pueden hacer domiciliaciones, esto es que autorizas a alguien a que cargue periódicamente a tu tarjeta bancaria un servicio, por ejemplo: el pago de la luz, de teléfono, de agua, etc. Cada mes se resta el dinero automáticamente de tu cuenta y se transfiere a la cuenta de la compañía de luz.

Es del caso destacar, que, con la tarjeta de crédito compras primero y pagas después al banco en la fecha pactada. Funciona como un préstamo que recibes del banco y que pagas días después. En cambio, con la tarjeta de débito pagas con el dinero que tienes en tu cuenta bancaria. Cuando se registra el pago que hiciste con tu tarjeta de débito, el banco te lo resta inmediatamente a tu cuenta. Con la tarjeta prepagada pagas antes de usar el servicio: por ejemplo, compras crédito para tu celular y después lo utilizas. Usualmente estas últimas se utilizan para pagar cantidades no muy elevadas o para comprar en un solo establecimiento.

Se considera que, en el futuro próximo el impacto de los medios de pago electrónicos va a seguir aumentando, al crecer su uso en todo tipo de transacciones. Seguramente todavía nos queda mucho por ver en la evolución que sigan el dinero y las formas de pago electrónico.

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