Antes malo, hoy bueno

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22 de abril de 2022
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12:02 am
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Antes malo, hoy bueno

Por: Edgardo Rodríguez
Politólogo y Periodista

Al acercarnos a los primeros cien días del actual gobierno de la dupla “socialista” Castro-Zelaya, las cartas poco a poco se dan vuelta en la mesa. Rápidamente se desnuda la naturaleza de este régimen, que prometió ser totalmente distinto al anterior, terminar con todos los males que señalaban y abrir una época de prosperidad jamás vista en la historia de Honduras. Una parte de la ciudadanía se creyó el cuento y hoy, poco a poco, se empiezan a desencantar y a despertar del sueño en que la sumieron, con puras mentiras.

Permanentemente se acusaba al anterior régimen de irrespetar la ley y las instituciones, pero sin haberse instalado el actual gobierno se eligió una junta directiva del Congreso Nacional sin tener mayoría simple, una arbitrariedad de escándalo mundial. Inmediatamente después de eso se emitió la “Pacto de Impunidad”, para liberar de culpas a los de la cuarta urna que le robaron miles de millones al pueblo, pero eso estuvo bien, desde la óptica de los nuevos valores revolucionarios. Antes se criticaba acremente a los funcionarios por sus vinculaciones familiares, cuanto no se atacó sin piedad a la difunta Hilda Hernández, por ser ministra Asesora, pero hoy no solo es un pariente el que funge como ministro Secretario Privado, es toda la familia integrada en los altos cargos del Ejecutivo y del Legislativo, es obvio suponer que luego irán por el Judicial. Lo que antes era malo, hoy es bueno. Por otra parte, antes cómo se atacaba, día y noche, el gasto público, el endeudamiento interno y externo, así como el aumento anual del presupuesto de la República; el hoy ilegalmente vicepresidente del Congreso, iba a cuanto foro lo invitaban, no para criticar, para atacar ferozmente el gasto del anterior gobierno. Hoy, con el gobierno “socialista”, se aprobó un presupuesto acusado de “corrupto” aumentado en 25 por ciento, con más endeudamiento, imprimiendo dinero inorgánico y metiendo mano a las reservas internacionales del país, lo que más temprano que tarde hará tambalear al debilitado lempira.

Antes, cómo se atacaba, día y noche, los obscenos salarios de los altos funcionarios de gobierno, pero hoy siguen siendo exactamente los mismos. Para disimular, para engañar, tres altos funcionarios decidieron bajárselo, pero, es más que seguro que por debajo de la mesa regresará. Y qué decir de los diputados de las dos bancadas oficialistas de hoy, que tanto cieno lanzaban en el pasado, ninguno de ellos envió la cacareada carta para pedir se les rebajara su salario mensual, ¿entonces? Lejos de eso, antes los que eran oposición y la mal llamada sociedad civil, despotricaban contra el fatídico Fondo Departamental, fuente de corrupción, hasta causas penales instruyó la Uferco, pero hoy se volvió a incluir en el presupuesto del presente año, eso sí, disfrazado de obra social, benéfica y santa. Basta con llamarse refundacionista y revolucionario para estar habilitado para hacer todo lo que en el reciente pasado era censurado y despreciado.

Hasta hace pocos meses atrás, cómo se criticaba el crecimiento de la burocracia estatal parásita e improductiva, consumidora de buena parte del dinero del pueblo, recursos que mejor deberían destinarse a salud y educación. Pero hoy, a menos de cien días del régimen, se tienen contratados como supuestos asesores del Ejecutivo y Legislativo, a centenares de activistas de cuello blanco y esto que se supone que estamos en crisis, porque supuestamente heredaron un país quebrado, ¿qué tal si estuviéramos en bonanza? Para colmo, desde hace años se critica la famosa partida confidencial de Casa Presidencial, que en campaña la señora juraba que iba a eliminar, sin embargo, no solo incumplió su promesa, sino que acaba de triplicar su monto, suponemos que para repartir a diestra y siniestra, a sus activistas y corifeos.

Estamos ante una gran mentira, un gran engaño hecho gobierno, los que prometieron cambio están haciendo lo mismo que antes y en algunos casos van ganando en la proporción en que lo hacen y esto apenas comienza. Lo que antes era malo, hoy ellos, lo hacen pasar por bueno, lo que era criticado hoy es replicado y aumentado. No se ilusionen, esta será la constante, porque en los primeros cien días se marca la tendencia de lo que será el resto del tiempo del régimen, no esperen un milagro, no habrá “epifanía”, más bien preparémonos porque las cosas se pondrán peor, en la medida que avance el tiempo, se consoliden en el poder y quieran seguir allí indefinidamente, a sangre y fuego.

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