Diez a uno las remesas superan ingresos por inversión extranjera
En la zona rural donde hay migración, los agricultores tienen problemas para encontrar mano de obra, establecen distintos estudios sobre el fenómeno de las remesas.
Las remesas familiares o envíos en dólares que mandan los hondureños desde el exterior a sus parientes que dejaron en el país siguen siendo la principal fuente de divisas para la economía catracha.
La relación es diez a uno en comparación a los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) establece un reporte de la cúpula empresarial. El “2021 las remesas alcanzaron más de $7 mil millones de dólares, mientras, los flujos de inversión extranjera fueron de apenas $700 millones”, indica el Boletín Económico de Abril, elaborado por el departamento de Política Económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).
“Por cada dólar que ingresa en el país por IED, ingresan 10 dólares por remesas”, resume el documento. Añade así, que la Inversión Extranjera baja, denota que Honduras está rezagado en el panorama internacional dado que el capital no llega al país por situaciones como la inestabilidad jurídica.
También por el bajo nivel de capital humano y condiciones para negocios desfavorables. Por lo tanto, las remesas se han convertido en uno de los mayores dinamizadores económicos del país al representar el 26 por ciento del PIB.
Por lo tanto, las personas se vuelven dependientes de las remesas y esto influye negativamente en la búsqueda de empleo, considera el Cohep en este informe. La apreciación anterior se materializa en zonas rurales donde los productores tienen dificultades para encontrar mano de obra.
La población, principalmente joven, se atiene a las remesas de sus padres que emigraron a destinos como Estados Unidos desde donde ingresa más del 80 por ciento de remesas según estadísticas oficiales.
España es otro destino para la emigración hondureña, pero los envíos consolidados son menores ya que los sueldos en este país europeo son bajos en comparación a la economía estadounidense.
El nivel de ingresos de las remesas contrasta con el alto desempleo del 8.6 por ciento que contabiliza el sector privado en base a datos oficiales, donde aparece que casi 350 mil personas son parte de “los desalentados” o población que se cansó de buscar un empleo y se convierte en potencial masa para emigrar. (JB)
