Jairo Núñez
Hemos contado en tierras hondureñas con la visita de la exsenadora de la República de Colombia y resulta de muy mal gusto no haber sabido antes para darle el apropiado reconocimiento que se merece la líder del turbante. Al parecer fue una visita no oficial, aunque el día anterior a su detención en Palmerola, por intentar sacar del país una suma de $68,000 en efectivo, estuvo de visita en Casa Presidencial, compartiendo con sus amigos, el expresidente y su señora esposa. Así al estilo de la serie Narcos de Netflix, la electa senadora, quería pasar por el aeropuerto dicha cantidad de dinero sin reportarlo.
¿Qué le hubiera pasado a un hondureño de a pie si esta cantidad de dinero o menos se detectara en su maleta sin haberlo justificado al igual que doña “Teodora”? Se le hubiera aplicado todo el peso de la ley, a excepción claro está, del expresidente del bigote ensalzado, que, como su amiga, también fue detenido en noviembre de 2020 en el aeropuerto de Toncontín cuando pretendía viajar a México con una fuerte cantidad de dólares en su maleta y que tampoco pudo justificar, alegando “que no eran de su pertenencia”. Ya sabemos que estas prácticas son comunes entre amigos ideológicos y de andadas.
Pero, retomando a nuestra galardonada visita, ¿quién es Piedad alias “Teodora” Córdoba? Esta líder comunista es considerada en Colombia como la “madrina” de Alex Saab, el testaferro del dictador venezolano, quien ya está en manos de la justicia estadounidense y enfrenta varios cargos entre ellos lavado de activos y otros delitos. Piedad alias “Teodora”, fue quien promovió a Saab en Venezuela ante Hugo Chávez y ante el ahora dictador Maduro, de pasar de un empresario desconocido a ser un “superministro” venezolano asociado directamente con los negocios de la dictadura y que, ahora en manos de la justicia estadounidense, se tiene la esperanza que testifique cómo funciona desde adentro la tiranía de Caracas.
Incluso Piedad es tildada de “bruja” y tiene varias acusaciones pendientes con la justicia de su país, aparte que en marzo de este año 2022, la Corte del Distrito Sur de Nueva York de Estados Unidos (misma que pidió a nuestro expresidente) solicitó en extradición a Álvaro Fredy Córdoba, hermano de Piedad, acusado de narcotraficante y porte de armas, todas unas fichas estos personajes. El apodo de “Teodora” se lo ganó la senadora electa, ya que era el nombre clave que utilizaba la guerrilla de las FARC para referirse a ella en las “mediaciones” que hacía entre el gobierno y esta guerrilla asesina que ahora es una fuerza política en Colombia.
Se sabe que “Teodora” es viuda de varios de los líderes de las FARC. Bastante prolífica la señora del turbante.
“No sé qué diablos fue hacer allá, cómo se le ocurrió hacer una cosa de esas, siendo el dinero legal y si es ilegal tampoco se hace así”, indicó descaradamente a la revista Semana Gustavo “Aureliano” Petro, su amigo y actual candidato presidencial colombiano de la ultraizquierda por el Pacto Histórico, quien a apenas una semana de las elecciones presidenciales se “quitó de encima” las acciones de la senadora electa por el mismo partido del candidato a la presidencia, la cual, como ya tiene asegurado su curul en el senado, no le importan sus acciones. Petro, un exintegrante del M19, una sangrienta guerrilla y acusado en Colombia de haber recibido instrucciones del mismo Pablo Escobar para hacer uno de los mayores atentados terroristas de la historia de ese país contra el Palacio de Justicia colombiano.
Este es el tipo de personajes que está por gobernar Latinoamérica. Este es el tipo de amigos de nuestro gobierno. Sin embargo, la pregunta fundamental es: ¿de dónde salió todo ese dinero? ¿Quién entregó esos dólares a la electa senadora colombiana? Qué pena que a Honduras ahora solo tenga que venir lo peor de esa bella nación, de ese noble pueblo, pero la genta buena de allá no puede venir porque simplemente no es bienvenida oficialmente por el gobierno. Entonces, ¿de dónde salió el dinero? Jaime Bayly, reconocido periodista investigativo, asegura que esos $68,000 fueron entregados por el gobierno de Honduras a la señora Piedad, quien afirmó que el dinero había sido recibido de un “empresario colombiano” radicado en Tegucigalpa. Esta explicación brindada por Córdoba no fue corroborada por la justicia hondureña, Relaciones Exteriores no se pronunció creíblemente al respecto y tiene 30 días para explicar la procedencia de ese dinero. Suficiente tiempo para armar un buen escape al mismo.
¿Qué pasaría entonces si se logra determinar que este dinero provino directamente del Banco Central como asegura Bayly? ¿Nuestro dinero se está yendo de a poco para financiar campañas políticas en el extranjero? ¿Tenemos esa capacidad de otorgar dinero estando en la precaria situación económica en la que nos encontramos? No sabemos a ciencia cierta. Lo que sí sabemos es que esperaremos el desenlace de esta historia porque hoy son $68,000, mañana pueden ser $68,000 millones y seguiremos preguntándonos como en el gobierno pasado: ¿dónde está el dinero? Los colombianos por lo menos ya dicen estar claros sobre el secreto del turbante que usa doña “Teodora”: es el medio para transportar los dolaritos en los aeropuertos, entre otras cosas. Un profundo saludo a nuestros hermanos colombianos que este recién pasado domingo celebraron sus elecciones presidenciales y se disputan entre la libertad y la tiranía. Que Dios los acompañe con esos resultados.
Jairo Núñez es Doctor en ciencias económicas, máster en administración de empresas y en ciencias políticas.
