PERFILES: Arrepentidos

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1 de diciembre de 2022
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12:04 am
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PERFILES: Arrepentidos

Por: Carolina Alduvín

La población va despertando con lentitud y sin marcha atrás, a la realidad de haber sido, una vez más engañada, utilizada y manipulada mediante mentiras, falsas esperanzas y discursos de odio, para dar paso a una camarilla de corruptos, mucho peor que la pretendió desalojar con su voto en contra del partido de gobierno de hace solo un año. Las promesas incumplidas abarcan todos los ámbitos y la tendencia no es hacia la recuperación o mejora. Hay una manifiesta incapacidad en los burócratas, tanto los que fueron puestos por fidelidad, mas no capacidad, como los que permanecen en sus puestos, temerosos por su estabilidad y paralizados por falta de directrices.

A la cabeza, ha imperado el triunfalismo hueco que, lejos de la natural euforia de llegar tras una larga espera, nada mejora para quienes pusieron toda su expectativa por una vida menos ardua, por un cambio que les permitiera al menos una forma de ganarse la vida dejando atrás el temor a los delincuentes violentos y a los que medran en las oficinas del gobierno y -según rumores- en altos niveles del poder financiero privado que también se lucra de la vulgar extorsión ejercida por sujetos de baja estofa, quienes para probarse asesinan a sangre fría o sacan del pequeño negocio que, empeñando hasta la camisa, han emprendido algún modo de subsistencia.

Lloriquean hasta la saciedad por lo ocurrido en los doce años en que no fueron capaces de ser gobierno, cuando con sus actuaciones y, sobre todo, con sus omisiones, están demostrando que resultó peor el supuesto remedio que la gran enfermedad que ya padecíamos. Por su inocultable tendencia de jugar hasta la miseria siempre, la timorata empresa privada se llama a silencio y se limita a dejar de invertir y de generar empleos. Las escasas soluciones que permitieron el empleo parcial o temporal en los últimos años, fueron borradas por “cuestión de principios” sindicales y otras tendencias ideologizadas que solo llevan al retraso y a la recesión.

La extorsión y la violencia se han acelerado durante el último año, la incapacidad para enfrentar a los delincuentes se hace evidente cada día, así que, en lugar de combatirlos, los han dejado crecer y proliferar a sus anchas. Numerosas fuentes de empleo cierran a diario ante tal flagelo, a la vez que se dejan de prestar valiosos servicios para la población, especialmente la de escasos recursos. Uno de los rubros más afectados es el transporte, de seguir el rumbo que han tomado las cosas y que esta administración de ineptos no corrige, habrá cada vez menos empleados que puedan llegar a tiempo a sus puestos de trabajo; por tanto, más despidos, más cierres, más violencia en las calles y en los hogares.

La prestanombres, haciendo gala de su enorme falta de pulimento, cree que, con decirlo, está en guerra contra la extorsión, los titulares en los diarios anuncian estado de excepción para sectores determinados de las principales ciudades, donde no tiene ni idea de cómo se mueven las cosas, hasta el sol de hoy, no vemos resultados, hay fotos de una que otra captura. Dice, creyendo que se dirige a los mismos ilusos que le creyeron cuando andaba en campaña que, desde el primer día combate la corrupción y la impunidad, cuando en lugar de defender la legalidad, respaldó con su presencia al títere que ha hecho posible, con la complicidad de muchos, que delincuentes de cuello blanco estén ahora libres de persecución y debiendo a la sociedad por actos corruptos.

Tiene además la cara dura de hablar de su compromiso de brindar toda la seguridad que demanda el pueblo, cuando se limita a procurarla tan solo a su familión y de retornar la dignidad perdida en el régimen anterior. Si conociera el significado del término, debería dotar a los hospitales públicos de insumos y medicamentos indispensables para operar, cancelar deudas con el personal que hace lo que puede con casi nada. Repare y mejore la infraestructura vial, para que los productores puedan salir a los mercados, permita a los pequeños emprendedores operar sin ser esquilmados por usureros y malvivientes. Nadie debe ser despedido, hay que crear las condiciones que atraigan inversión, creen empleos, hagan crecer la economía, erradicar la violencia mejorando las condiciones de vida, represión como último recurso. Gobierne.

En lugar de propiciar la destrucción de la familia, propagar ideología contraria a la libertad y valores cívicos, o de intentar destruir el Estado de derecho, y crear odio entre hondureños.

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