La risa de la mujer frente al poder absoluto: Análisis de la novela “Sara” de Sergio Ramírez

Autor recopilador: Luis Alonso Gómez Oyuela
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DANLÍ, El Paraíso. Sergio Ramírez, el laureado escritor nicaragüense, actualmente en el exilio radicado en España, el 2015 escribió la novela “Sara”, inspirado quizá en la historia de la Biblia sobre el patriarca Abraham y su esposa Sara. Para contextualizar la historia, el libro de Génesis capítulo 18 dice que aparecieron tres varones, quienes preguntaron a Abraham: ¿Dónde está Sara tu mujer? A Sara le había cesado la costumbre de las mujeres, ambos eran viejos. Los varones dijeron: Sara tendrá a luz un hijo. Al oírlo Sara se rio diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo mi señor ya viejo? Dios había prometido a Abraham un hijo con Sara, pero esta era estéril. En el capítulo 21:6: Sara dijo, Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere reirá conmigo.

El tema que hoy nos ocupa está relacionado con el papel de la mujer visto desde la perspectiva del escritor Sergio Ramírez, en su novela Sara: La risa de una mujer frente al poder absoluto y sobre la cual Nathalie Beese, hace un análisis completo del cual tomaremos algunos conceptos relevantes. Entonces dijo Sara: “Me ha hecho reír Dios, y cuantos sepan se reirán conmigo”, reza el primer epígrafe de la novela Sara extracto del Génesis 21:1-6. “Esta ficción se inspira en el texto bíblico y en la primera esposa del patriarca, madre del pueblo de Israel. Según las palabras del mismo autor, Sara una mujer inteligente a la que le prohíbe reírse del mundo autoritario pero que se ríe; que defiende la vida de su hijo Isaac de los designios divinos del “Mago”; que busca ser libre dentro de sí misma y hacia afuera; y que siempre está reclamando un lugar justo en el mundo”.

Según Nathalie, desde el epígrafe inaugural se subraya la importancia de la risa, a la que Sergio Ramírez asocia inteligencia, frente a un poder que en este caso es absoluto puesto que se trata de Dios. Recordemos la escena bíblica: aunque Sara era estéril, le aseguran a Abraham que será el ancestro de una multitud, y ella al oírlo ríe para sus adentros.

Pero si el apóstol Pablo la da como ejemplo de mujer sumisa al marido y si ella aparece en la Epístola a los hebreos, como un modelo de fe, Sergio Ramírez nos ofrece un retrato de una mujer incrédula e insumisa, muy diferente del que presentan los exégetas, y plantea una relación de fuerza entre ella y Dios.

Es de precisar que, como bien lo explica Sergio Ramírez, en varias entrevistas, él no reescribe el testo bíblico, no ha tomado la Biblia como un texto sagrado sino como una fuente de historia. Sara es una novela, una novela que por cierto se inspira en la Biblia, pero en tanto fuente inagotable de historias humanas, porque es un texto lleno de silencios, que ofrece mucho espacio para leer entre líneas y porque le interesan sobremanera esas historias que tienen que ver con las luchas por el poder, con los celos y con los triángulos amorosos, y son seres llenos de contradicciones y debilidades.

Si esta Sara inconforme con su época recuerda a la protagonista de la novela precedente de Sergio Ramírez, “La Fugitiva” (2011), la temática del poder es una constante en su narrativa. Volvemos a encontrar pues los temas de predilección del autor, a los que podemos añadir la muerte (con holocaustos de diferentes índoles como la masacre o el sacrificio) sin sorpresa provocada por el poder, así como la relativización de la palabra mediante versiones discordantes que insinúa, contra cualquier dogma, la incertidumbre en todo.

SARA O LA RISA DE LA INCREDULIDAD

Sergio Ramírez elige de nuevo un personaje femenino que en este caso da su nombre al título de la novela, un nombre solo para un título depurado que le depara un verdadero protagonismo a Sara. ¿Por qué una mujer? Por un lado, la mujer sometida por el sistema patriarcal, le permite al escritor el retrato de un personaje excluido. Sara aparece a menudo detrás de la cortina en el texto geneático que va a entrar en conflicto con la autoridad masculina, precisamente con la figura del (padre); por otro lado, se supone que la mujer inhibe menos sus emociones que los hombres -a diferencia de Abraham que obedece las reglas sin muchos dilemas sentimentales, de ahí esa mujer que ríe ante lo que parece mentira, aunque emana del poder supremo.

¿Por qué Sara? Cuando le preguntan a Sergio Ramírez, por qué le llama la atención este personaje, él contesta: “la relación que ella tiene con Dios. Siempre me pareció que es una relación conflictiva y para una buena historia se necesita un buen conflicto. Tengo en frente un doble conflicto: Sara frente a Dios y Sara frente a su esposo Abraham. Otra vez el conflicto, la relación de fuerzas que supone y engendra el poder.

Ahora bien, una expresión de la contestación de esta Sara novelesca es la risa, que representa una primera distancia frente al poder; lo patentizan las apreciaciones del narrador después de la primera risa debida al hecho de que le anuncian a Abraham que Sara va parir un hijo varón. No fue ninguna carcajada, sino una especie de graznido despectivo, que mostraba incredulidad y desprecio. La risa del desdén, una risa debida al sentimiento molesto de que le estaban tomando el pelo.

Fuente: La risa de una mujer frente al poder. Análisis de Nathalie Besse de la novela “Sara” de Sergio Ramírez.