IPC armonizado para la región plantea el Consejo Monetario
El IPC es un indicador que debe ser actualizado periódicamente, con el fin de incorporar cambios en el patrón de consumo de los hogares.
Establecer un Índice de Precios al Consumidor Armonizado (IPCA) es un reto para la región Centroamérica y República Dominicana (CARD) planteó la Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano (Secmca).
Entre las características metodológicas con las que se debería contar el IPCA, está una medida de inflación que genere índices que se pueden comparar y agregar directamente entre países, como resultado de un trabajo de armonización de definiciones y conceptos comunes a seguir por los países de la región.
Asimismo, se debe tomar en cuenta el uso principal de IPC de los países de la región, en especial, si objetivo final es el de seguimiento de la política monetaria, como fin último de “Estabilidad de precios”.
Para el caso, la estrategia de política monetaria en Costa Rica es el esquema de meta explícita de inflación, igual que en Guatemala y en República Dominicana.
En El Salvador la estrategia es el régimen dolarizado. No posee política monetaria.
En Honduras, busca mantener un nivel adecuado de liquidez. En proceso de
implementación gradual de metas de inflación. Por su parte, en Nicaragua la estrategia es el Tipo de cambio como ancla nominal de precios, de acuerdo con la fuente matriz de principales políticas macroeconómicas a septiembre del 2022.
La nota económica regional de la Secmca, refirió que el IPC es un indicador que debe ser actualizado periódicamente, con el fin de incorporar cambios en el patrón de consumo de los hogares, que responden a las modificaciones que se producen en el mercado como los avances tecnológicos, la aparición de nuevos bienes y servicios, cambios en los gustos y preferencias; así como ajustes metodológicos que permitan mantener la precisión de la medición del índice.
Las recomendaciones de los estándares estadísticos internacionales señalan la necesidad de realizar actualizaciones periódicamente, al menos cada cinco años, de esta forma mantener la calidad y representatividad del indicador.
Y en países que están experimentando cambios económicos significativos y, por lo tanto, cambios rápidos en el patrón de consumo, estas actualizaciones de deberían dar con mayor frecuencia. El IPC debe satisfacer las necesidades de sus usuarios y el diseño depende estas, especialmente en lo que respecta al alcance y los conceptos del índice. (WH)
