Carlos Medrano
El acercarse a China en un abierto desafío a nuestro principal socio político y comercial, los Estados Unidos, podría resultar una operación muy arriesgada para la actual administración, que, por cierto, ya lo había anunciado en su programa de gobierno.
No sé con profundidad si el actual gobierno está tomando decisiones en base a encuestas, a estudios científicos, en base a lo que le dicen sus asesores internacionales, si solo toman decisiones un pequeño grupo que rodea a la pareja presidencial o a las ocurrencias y locuras que se le antoja a quién está en control del aparato estatal.
Este alejamiento de Honduras del principal mercado y potencia del mundo, seguramente tendrá repercusiones de los Estados Unidos, pues Honduras durante casi toda su historia democrática ha estado bajo la egida norteamericana y no creo que estos permitan que otro país “se le salga del redil”.
La verdad es que Estados Unidos ha descuidado a Latinoamérica y muchos países hoy ya se atreven a enfrentarlos y acusarlos de imperialistas, de robar su riqueza y de no ser aliados solidarios con nuestros países que cada día se encuentra más empobrecida.
Desde Obama, los Estados Unidos está prometiendo sendas ayudas económicas para el Triángulo del Norte, más por evitar que miles de centroamericanos viajen en busca del “sueño americano” y contener a este éxodo humano que, por auxiliar a la región.
Trump igual, prometió y prometió recursos para el desarrollo y nada, y Biden ya lleva varias cumbres, varias visitas importantes prometiendo lo mismo, pero los resultados siguen escaseando.
Asimismo, EEUU nos ha dejado casi solos en el combate al narcotráfico que ahora deja su rastro no solo con violencia sino con el involucramiento de altos personajes de la vida nacional envueltos en operaciones y actividades relacionadas con este delito.
Sus políticas erráticas, sus promesas incumplidas, su participación política en gobiernos corruptos como el pasado, han hecho que existan partidos políticos que hayan surgido y ganado el poder de la nación con una ideología totalmente opuesta al capitalismo estadounidense.
Pero, me atrevería a pensar que la mayoría del pueblo hondureño, aunque no está del todo feliz, acepta y reconoce que Estados Unidos ha sido su gran benefactor y donde recibe la mayoría de beneficios internacionales, principalmente por recibir dinero “constante y sonante” de familiares que están trabajando en la nación del norte.
Estas remesas representan el sustento diario de miles de hondureños que casi es entre vivir o morir en un país que no les ha brindado oportunidades y trabajo y que la única alternativa para subsistir es extender la mano para recibir los dólares del sacrificado trabajo de sus familiares.
El presidente Lula de Brasil en los próximos días viaja con una fuerte comitiva de empresarios y funcionarios a China y consolidar una relación diplomática y comercial que seguramente hará más fuerte a los brasileños.
Esta tendencia “independentista” de los países Latinoamérica que no mira una reacción contundente de los Estados Unidos, seguirá creciendo, mientras la pobreza, el narcotráfico y las desigualdades siga aumentando en nuestra empobrecida región.
EEUU debe ayudarnos urgentemente a fortalecer la institucionalidad, principalmente la relacionada con el combate al narcotráfico y la corrupción, para evitar ese latrocinio salvaje que hacen los políticos hondureños del erario público, fortalecer la democracia y castigar a hondureños que estén involucrados en actividades ilícitas y corrupción.
Periodista
