Traficantes del dolor ajeno

MA
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31 de marzo de 2023
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12:27 am
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Traficantes del dolor ajeno

Coronel ® José Antonio Pereira Ortega

Como profesional del Derecho, no puedo quedarme al margen y no pronunciarme de ese desplante poco profesional y carente de ética de los profesionales del Derecho así como, de otras profesiones que aglutinan en el grupo de empleados del Ministerio Público y del personal de Medicina Forense, quienes haciendo uso de su derecho como ciudadanos, promueven y participan en una huelga, de esas que se han vuelto “normales” en nuestro país, demandas que por razones que tampoco son éticas sea poco probable de cumplir, peticiones que pareciera obedecen a otras cosas ocultas y que más bien reflejan imponer  la satisfacción de un capricho gremial o político.

En cualquier caso, en el presente artículo de opinión, no tiene como propósito enjuiciar o calificar si es legal o legítima la acción emprendida, eso es competencia de las autoridades, sin embargo la ciudadanía no puede, ni debe aceptar esa “normalidad” que se ha constituido más bien; es una mala costumbre de querer arreglar todo con fuerza y violencia, porque aunque se desgalillen argumentando que son “tomas y acciones pacíficas no lo son, al final se degeneran en tomas y tumultos en la calle, se mezclan con sus intereses personales y políticos, sin importarle los daños que se causan al país y a los demás sectores de la sociedad, es tiempo de hacer a un lado los intereses grupales y partidarios, Honduras es un interés supra partidario, no le pertenece a ningún cacique que aglutina masas improductivas y nefastas.

No obstante, ese es un tema que tenemos que abordar en otra oportunidad, lo que nos ocupa hoy es una crítica constructiva, con la finalidad de tratar de hacer recapacitar a los huelguistas, para que haciendo gala de su capacidad profesional y su estima personal, busquen una manera distinta de protestar y reclamar derechos, sin que se causen daños a terceros inocentes, y no desestimar que sus actuales posturas conllevan un terrible daño humanitario en los parientes de las víctimas, en especial deben tomar en cuenta que la muerte de un pariente y en especial de un hijo o hija causa un dolor profundo que es imposible describir, recapacitar y darse cuenta que con su medida impopular, están revictimizando a las víctimas que ya sufren por la pérdida física de su ser amado.

A nuestro entender, la demostración de fuerza es innecesaria, pues es de sobra conocido el poder de los fiscales, un poder adquirido por la facultad que les da la ley y el empoderamiento de sus acciones, además de los resultados de las investigaciones realizadas como producto de su trabajo, en aras de poder facilitar la investigación científica como instrumento vital, y así poder presentar pruebas indubitables que puedan garantizar una debida acusación con celeridad y certeza, con la finalidad de llegar a conclusiones indudables para respaldar la acusación presentada y asegurar que no se cometan yerros e injusticias, al tiempo que se mejora el ordenamiento social y se aplique la justicia de manera eficiente.

A nadie escapa pues, la importancia del Ministerio Público y del gran trabajo de Medicina Forense, lo cual es loable y conocemos del sacrificio y de lo difícil que es el realizar su trabajo en condiciones deplorables y paupérrimas, sin contar con el equipo necesario y sin disponer de laboratorios e instrumental de alta tecnología que respalde una investigación robusta en pruebas.

Es evidente que la otra parte del problema, es decir la patronal, representada en la autoridad superior del Ministerio Público, tampoco se esfuerza en buscar puntos de coincidencia y que lleven a un arreglo satisfactorio para Honduras y su población, lo cual los hace corresponsables del problema, el no hacer nada o ignorar el problema no ayuda, así más bien se entrampan y se alejan las posibilidades de llegar a soluciones exitosas para los involucrados.

Es importante aclarar que la crítica aquí aludida, es nuestro punto de vista eso nada más, una crítica, no se aproxima a una solución o una medida para resolver el problema , eso está en manos de las autoridades del país que deberían darle prioridad, no puede postergarse y peor aún dejar de hacer el levantamiento de cadáveres por la importancia de lo que significa el privar a un pariente de un derecho humano, los que lo hemos vivido lo sabemos, y es por esa experiencia, que  se pueden enumerar muchas malas experiencias, iniciando con el cuadro dantesco de tener un pariente fallecido tirado en el suelo, expuesto al sol, en condiciones poco humanas, además expuesto a la curiosidad de las personas en o cerca del evento trágico, que por si fuera poco, son presas de la especulación pública que tejen los medios de comunicación, sumándose las elucubraciones de los curiosos y metiches con su propia versión sobre lo que pasó y en muchos caso aumentando y desfigurando la realidad de lo sucedido.

No se puede terminar la crítica, sin referir que esa desatención al trabajo que los especialistas empleados del MP y Medicina Forense, pueden alterar el curso de la investigación o también, tener que recurrir a una posterior exhumación del cadáver, lo cual agrega dolor e incertidumbre a los dolientes, no se debe actuar como traficantes del dolor ajeno.

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