Biogénesis

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17 de junio de 2023
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12:04 am
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Biogénesis

Por: Lic. Carlitos Reina

La vida está llena de inquietudes. Todo lo cuestionamos. Las cuestiones del momento y las imperecederas. El sentido de curiosidad nos invita a explorar. Desde el cosmos hasta lo más diminuto de nuestro ser. Y no hay cosa que no deseemos identificar con un nombre.

La Santa Biblia, es el texto de referencia de todos los tiempos. En cierto sentido, diríamos que es el primer libro. En griego la palabra “Biblia” se traduce a “Libro” en español. Sabemos que fue el primer escrito para distribución a las masas. Génesis -su origen data de hace más de tres mil años- dice que desde el principio el hombre nombra todo. “Jehová́ Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y se las mostró a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre” (2:19).

Nombramos hasta lo desconocido, lo que no entendemos, lo oscuro, el caos, y así́ despertamos nuestra curiosidad. Inventamos herramientas, ciencias, y creencias, para ayudarnos a entender: el lenguaje, la literatura, las matemáticas, la tecnología, la religión, la filosofía, la fisiología, la psicología y mucho más.

Si no encontramos respuesta tangible o comprensible recurrimos a la fe. “Es, pues, la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. (Hebreos 11:1). Hay a quienes asombra la novedad. Pero como nos hace saber el rey Salomón “No hay nada nuevo debajo del sol”. Somos los mismos humanos desde el principio, ahora y siempre.

“Regocijaos siempre regocijaos” es nuestro deber y Dios nos dio los instrumentos para alcanzarlo. “Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen” (Mateo 13:16).

Todo lo que aprendemos en la vida y aun así nunca se sale de la confusión. Como dijo el profeta Isaías “De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis”. El filósofo Aristóteles expuso su concepto del origen de la vida. Generación espontánea. Que de la nada se crea la existencia. Bajo la concepción de que si usamos los mecanismos adecuados podemos crear vida. La hipótesis fue pasada de una a otra generación pero al final quedó en hipótesis.

Los avances tecnológicos demostraron la equivocación. En el siglo diecinueve, los descubrimientos de un químico francés, revolucionaron el globo. Su nombre, Louis Pasteur. En varios experimentos probó que la hipótesis de generación espontánea es inexacta. “La génération spontanée est une chimère”.

Pasteur, el bioquímico, y sus estudios de la microbiología. Introdujo el concepto de la pasteurización, para higienizar nuestra alimentación. Se concentró en la creación de una vacuna, para que el cuerpo pudiese desarrollar resistencia contra microorganismos. Probó que la vida, solo viene de la vida. Fundó la idea de la biogénesis.

Fue, además de científico, un ferviente católico, que nos dejó clara la confluencia entre una idea y la otra: “La poca ciencia aleja de Dios, mientras que la mucha ciencia nos devuelve a Él”. Al visualizar la estructura de la vida sus descubrimientos hacen sentido.

Dios es eterno. No tiene principio ni fin. Dios es amor y el amor es vida. La vida es eterna. Y la vida tiene estructura.

El ácido desoxirribonucleico y la foto de Rosalind Franklin. Todo organismo tiene ácido nucleico. Ello se compone de las bases nitrogenadas de purinas y pirimidinas. Estas estructuras alineadas tienen la distancia de la tierra al sol. Como dice el Apóstol San Juan “si se escribiesen cada una de ellas, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir” (21:25). Dios es vida.

¡Escrito está!

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