Historia del transporte de diligencias y la construcción de la carretera del sur
Augusto Bressani y sus primeros trabajos como albañil en California a finales del XIX
Por: Arq. Ricardo Calderón Deras
La diligencia era un antiguo medio de transporte que en realidad era un carruaje de camino, de cuatro ruedas, que hacía un servicio regular entre varias poblaciones extremas de su ruta con itinerario fijo, transportando viajeros y correo. Su cubierta tenía una barandilla para contener los equipajes y fardos.
Para finales del s. XIX, la capital del país no contaba con ningún tipo de transporte para el servicio público. El ciudadano nicaragüense Enrique Guzmán a su paso por Tegucigalpa en 1902 plasmó en sus memorias un pequeño inventario del transporte terrestre local existente en la ciudad: “Cuatro coches hay en la ciudad; dos del gobierno, uno de Santos Soto y otro de don José María Agurcía. He visto dos carretones y un velocípedo”. Mientras que el escritor Rafael Heliodoro Valle en una de sus publicaciones hace una semblanza sobre los medios de transporte en Tegucigalpa a finales del s. XIX la cual dice: “En tiempo de Soto un médico español y doña Tomasa de Figueroa fueron los primeros propietarios de coche. A doña Celestina, la esposa del presidente, la condujeron en litera desde San Lorenzo, a manera de los obispos de la diócesis, que todavía, hasta moseñor Vélez, se hacían llevar en hombros de sus feligreses. En Tegucigalpa, el primer presidente que se dio el lujo de gastar carruaje fue el general Bográn, y se nos olvida el landó del general Sierra, tirado por caballos”.
Según reporte de la Legación norteamericana en Tegucigalpa, siendo cónsul Alfred K. Moe y que fue transmitido al Departamento de Estado de Estados Unidos publicó lo siguiente: “Sobre las disposiciones que regularan una nueva línea de diligencia a ser inaugurada entre Tegucigalpa y Sabanagrande en la República de Honduras. La nueva diligencia será puesta en uso en la recién terminada carretera entre ambas ciudades, y una vez que se haya completado la carretera hasta el Golfo de Fonseca, el servicio de diligencia será continuado hasta la costa del sur”.
En 1902 siendo presidente de Honduras el general Terencio Sierra ordena al ministro de Fomento y Obras Públicas Francisco Altschul la compra de una diligencia en Alemania. Llega al puerto de Amapala en noviembre de ese mismo año y se contrató al ciudadano francés Eugenio Paquet para su traslado a Tegucigalpa. Como dato curioso Paquet muere de neumonía el 19 de diciembre, días después de haber traído la diligencia a la capital, eso fue por consecuencia por los torrenciales aguaceros del sur. Los conductores de diligencias eran hombres que tenían que ser preparados para soportar y ser tolerantes a todo tipo de climas. Así que el 28 de diciembre de ese mismo año nombran al cargo de Cochero al señor don Carlos Dupri con un sueldo de sesenta pesos mensuales y un día después el 29 de diciembre nombran en el cargo de Caballericero al señor Enrique Cole con un sueldo de cuarenta pesos mensuales.
El domingo 26 de marzo de 1905 llega a Tegucigalpa el primer automóvil, conducido desde el puerto de San Lorenzo por don Julio Villars. Tres años después en 1908, el ingeniero Villars trajo de los Estados Unidos un camión que acondicionó con varios asientos para trasladar pasajeros y carga desde la capital a la zona sur y viceversa. Con la llegada del automóvil, el servicio de transporte de diligencias en Honduras finaliza.
A finales de 1880, la carretera más circulada era la del sur de Honduras, pues el puerto de Amapala, fue la puerta por donde la mayoría de los productos de mercadería entraban al país. Se creó un proyecto para mejorar la situación de la carretera que conectaba hasta Tegucigalpa. El gobierno contrató al ingeniero civil E.T. Muller ciudadano estadounidense pues él había hecho una investigación y detalló las ventajas del proyecto planteando la construcción de puentes de mampostería de cal y piedra con arcos de ladrillo o piedra labrada y un camino de dos varas de ancho.
Es común que a finales del s. XIX y principios del XX, ciudadanos extranjeros desarrollaron el urbanismo y el transporte en Tegucigalpa.
Referencia bibliográfica: Revista Honduras Filatélica, junio 2023
