Vamos para atrás

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18 de marzo de 2024
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12:02 am
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Vamos para atrás

Por: Marcio Enrique Sierra Mejia

Actualmente, seguidamente del triunfo político del Partido Libre en las elecciones de noviembre de 2021 y del viraje hacia la continuidad y profundización del nepotismo corrupto y la aplicación de la doble moral del gobierno de la refundación, va aumentando progresivamente el irrespeto a las reglas del juego democrático. Estamos enfrentando graves problemas, mientras las entidades partidistas como el Partido Nacional, el Partido Liberal o instancias de la sociedad civil como el COHEP y otras fuertes entidades de la sociedad civil, no responden a la crisis política en la que nos hunde el gobierno izquierdista.

El Partido Libre induce al gobierno a desmantelar la democracia que de una u otra forma tenemos funcionando y, con ese propósito, recibe el apoyo del Foro de Sao Paulo y los gobiernos de Venezuela, Cuba, Brasil y otros países más que, han infiltrado agentes marxistas en nuestra sociedad para lograrlo, convirtiéndose en reales amenazas externas que ponen en riesgo, la paz social y la estabilidad política necesaria en todo país para salir del atraso.

El gobierno refundacional izquierdista está imponiendo la represión estatal, preparando un fraude electoral, violando los derechos humanos, interviniendo los poderes Legislativo y Judicial, politizando las instituciones esenciales hasta llegar a establecer una Asamblea Constituyente, para dar paso a una dictadura de partido con un Estado controlando verticalmente la economía nacional. Nos encaminan hacia la situación que impera en Venezuela, donde está extremadamente complicado fijar las condiciones de apertura democrática para desarrollar la nación. Cada día que pasa en Honduras, nos alejamos de las normas democráticas, pero nos acercamos a la consolidación de un régimen tiránico que viola todas las reglas de coexistencia integral y el desarrollo de la libertad con el fin de construir un proceso de desarrollo congruente, con el anhelo ciudadano de vivir en paz y bienestar estable continuo.

Objetivamente, podemos ver en todo el territorio nacional el retroceso democrático que comenzó desde inicio del año 2022. De tal manera, que el escenario de la transición política en Honduras, escenifica una situación deteriorada y sin respuestas efectivas por parte de la oposición y sus instancias partidistas, que no logran hacerle frente a esta situación, de manera compacta, sino que conforme pasa el tiempo éstas fuerzas se dividen más.

La peligrosidad para la débil democracia hondureña aumenta y pone en riesgo todo el sistema político. Se están introduciendo nuevos mecanismos de control dictatorial a dicho sistema y hasta se amenaza con imponer normas de control de la libre expresión de pensamiento a través de las instancias mediáticas. A los partidos de oposición, los tienen sumidos en la avaricia, la codicia y la ambición por adquirir riqueza desde el poder a través de maliciosas negociaciones que dejan entrever, tratos de compra venta de la conciencia.

Lamentablemente, la derecha política también se convierte en una desventaja más para la democracia hondureña, porque al no promover acciones para contrarrestar el neocolonialismo marxista que quieren instaurar los narcos socialistas en Honduras, la amenaza de la extrema izquierda en Honduras se hace real y anula a las organizaciones opositoras y a la ciudadanía políticamente independiente a tomar en serio la lucha contra los socialistas.

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