¿CANDELA?

ZV
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21 de marzo de 2024
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12:08 am
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¿CANDELA?

EL cuento del burro –mensaje de una buena amiga– es genial, ja, ja, ja”. “Y uno queriendo ser asesor, ¿será por burros?”. “Pero ni tanto, pronto seré Máster en Derechos Humanos, si Dios quiere”. “Cuando fui diputada saqué mi licenciatura y una especialización en Derecho Electoral”. “O sea, no soy tan burra”. Alusivo al cuento del rey, el campesino y el burro: -“Entonces, pregunta el rey al campesino –después de la empapada que se pega confiado en los oráculos de su pronosticador del tiempo– ¿cómo pronosticaste que iba a llover?”. -“La verdad señor, es que cuando mi burro tiene las dos orejas alzadas es que va a ser un día muy soleado”. “Cuando tiene una oreja abajo y la otra arriba, va a ser un día normal”. “Pero cuando tiene las dos orejas abajo, es porque va a llover”. “Muy sorprendido el rey, contrató al burro y lo nombró como el mejor consejero del clima. Así comenzó la historia de contratar burros como asesores”. “Se cree que desde entonces tienen los puestos mejor pagados asesorando a gobernantes y distintos reinos”.

“Alusivo al tema central de hoy –mensaje de un afiliado al colectivo– sobre el abandono a Dios”. “Muchos lo confunden con quietismo, una excusa para la inacción”. Decía el beatificado sacerdote español: “Hay que poner todos los medios divinos, como que los humanos no existiesen y poner todos los medios humanos como que los divinos no existiesen”. Como lo parafrasearía Winston: “A Dios rogando y con el mazo dando”. Una vieja amiga: “Nunca se cansará de cargarnos a todos nosotros”. Alusivo a la conversación de cierre: (-Si bien la vida licenciosa –interrumpe el Sisimite– ha ido erosionando la superficie de sólidas creencias, la fe siempre perdura, imperturbable al correr de los siglos. -Eso es cierto –asiente Winston– a la pregunta sobre la existencia de Dios –que el editorialista, de niño, hizo a su padre– supe que esta fue la respuesta que le dieron: “Es más feliz la persona que tiene fe, que los que no tienen”). Pero el mensaje de la abogada prosigue: Una tía radicada y nacionalizada en Suecia desde su juventud, ya jubilada, vino de visita y una de las cosas que le llamó mucho la atención, fue que, según ella, aquí cargamos mucho a Dios; tanto que, según ella, ha de estar cansado, pues todo lo ponemos, “en manos de Dios”, todo es “si Dios quiere o lo permite”, o “a ver qué dice Dios”. “Al escucharla expresarse así, le respondí: Tía lo que ocurre es que a la par de eso, también hay que acordarse de las fábulas de Esopo, “Los dioses ayudan a quienes se ayudan a sí mismos” y que Eurípides personaliza diciendo “pruébate primero a ti mismo, y después, invoca a Dios”. (Buena reflexión –entra el Sisimite– a vos que te cuesta quedarte callado, ¿qué decís al respecto? -Solo para seguirte la corriente –responde Winston– ojalá así sea, y que cada quien, con su individual forma de creer, pensar e interpretar las cosas que la vida quita, no concede o que regala, ¡Dios primero!, –para no dejar de cargarlo– encuentre su anhelada felicidad).

(Sobre los pavorosos incendios –entra el Sisimite– fuentes oficiales, –después del trueno Jesús María– anunciaron que ya no van a dar permisos para lotificar en las zonas incendiadas. Como decíamos ayer –lamenta Winston– no se aguantan esos infernales incendios; basta que mirés cómo tengo los pulmones intoxicados de humo y cómo ando los ojos irritados. -Quemaron La Tigra –se queja el Sisimite– uno de estos días, los pirómanos –amparados en la indolencia de los responsables de proteger los bosques– le prenden fuego a estas montañas donde vivo. -Me avisas –interviene Winston– cuando veas que les están metiendo candela. A propósito de la Semana Santa, ¿sabías que “cada santo tiene su candela?”. -Lo que te puedo decir –replica el Sisimite– es que “el que tenga rabo de paja, no se arrime a la candela”).

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