REFLEXIONEMOS: Nuestro país envuelto en llamas políticas e incendios forestales

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22 de marzo de 2024
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12:06 am
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REFLEXIONEMOS: Nuestro país envuelto en llamas políticas e incendios forestales

Por: German Edgardo Leitzelar Hernández*

Por diversas causas y desde siempre han existido incendios forestales en nuestro planeta, pero en las últimas décadas su frecuencia e intensidad se ha incrementado de forma exponencial, convirtiéndose en un problema apremiante. Son eventos catastróficos que amenazan la biodiversidad, destruyen ecosistemas y tienen repercusiones socioeconómicas, psicológicas y sanitarias. Nuestro país no es la excepción, por tanto, comprender y abordar eficazmente el problema tiene que ser una prioridad en nuestro país, es esencial para nuestro bienestar y es tema de toda la humanidad.

Aparte del fuego político que nos consume de muchas maneras, los incendios forestales nos amenazan, destruyendo la biodiversidad y los ecosistemas naturales. Las cantidades de bosque, selva, praderas e incluso negocios que son consumidos por incendios es inmensa, consecuentemente perdemos hábitats para innumerables especies de flora y fauna, esta destrucción de ecosistemas no solo conduce a la extinción de especies, sino que también interrumpe los ciclos naturales y afecta la capacidad de estos para proporcionar servicios ambientales vitales, como la regulación del clima y el suministro de agua dulce produciendo perdida de recursos económicos.

Los incendios forestales tienen consecuencias socioeconómicas, las comunidades locales que dependen de recursos forestales para su sustento se ven gravemente afectadas por la pérdida de tierras de cultivo, destrucción de medios de subsistencia. El eco turismo, que puede generar ingresos en muchas regiones, se pierde pues la belleza natural de los paisajes forestales desaparece junto con el interés turístico por la degradación que causan estos incendios. También los costos asociados con la lucha y extinción de estos incendios, las implicaciones económicas que conlleva restaurar las áreas dañadas por las quemas, y colateralmente la atención médica para las personas afectadas también representan una carga económica considerable para los gobiernos y las comunidades. La salud pública es golpeada de manera inmisericorde con efectos devastadores. El humo y partículas imperceptibles que son liberadas durante un incendio pueden recorrer enormes distancias, afectando la calidad del aire que respiramos y exponiendo a los poblados en general, desarrollando riesgos de salud con enfermedades respiratorias, cardiovasculares y de la piel. La contaminación del aire que causan estos eventos tiene consecuencias a largo plazo para todos, en especial para los niños en desarrollo o para personas de edad avanzada y los que tienen condiciones médicas preexistentes.

La creciente frecuencia e intensidad de estos eventos en nuestro país tienen en gran medida en el aumento de las temperaturas, la disminución de las lluvias y por los patrones de cambio climático extremo que estamos viviendo, condiciones ideales para su rápida propagación. La deforestación, la fragmentación de los hábitats y las prácticas de gestión forestal insostenibles aumentan la vulnerabilidad de los ecosistemas forestales, sumado a que existe también mano criminal o como mínimo manos irresponsables, que completan una receta de muerte lenta para todos. Abordar este problema requiere una acción coordinada a nivel local, nacional y también internacional. Es fundamental invertir en la prevención y mitigación de incendios mediante la implementación de prácticas de gestión forestal sostenibles, la promoción de la restauración de ecosistemas degradados y la mejora de las capacidades de respuesta a emergencias. Además, es necesario abordar las causas subyacentes del cambio climático y trabajar fuertemente para frenar este aumento en la frecuencia e intensidad de los incendios forestales.

Estos eventos representan una amenaza que afecta de muchas maneras nuestra supervivencia, proteger nuestros bosques y salvaguardar el bienestar de nuestro pueblo debe ser un imperativo, no obstante y aunque esta es una guerra avisada que todos los años consume espacios vitales como la tigra y bosques a lo largo y ancho del país, muy a pesar de esto, siendo claro que es imperativo tomar medidas decisivas para abordar los orígenes de los incendios forestales, fortaleciendo capacidad de prevención en la sociedad, mitigar y responder a estos eventos catastróficos, no vemos acciones reales alrededor de estas situaciones, reaccionando solo al momento que ya estalló un incendio. Al final solo con la colaboración y el compromiso de todos podremos prevenir eficazmente este desafío ambiental.

Nuestro país no se distingue por ejemplificar buenas prácticas o conductas buenas en general, infortunadamente usualmente se nos conoce siempre por noticias negativas, pero bien podríamos como pueblo desempeñar un papel adecuado en la lucha contra los incendios forestales a través de la concienciación, la prevención y la acción comunitaria y ser un ejemplo para otros. Para ello son básicas la educación, el criterio, la unidad y un espíritu de solidaridad.

“UNIDOS CONTRA FUEGO DE CUALQUIER TIPO, SEMBRANDO SOLIDARIDAD COSECHAREMOS BOSQUES DE OPORTUNIDADES”

*Abogado laboralista independiente.

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