NOSOTRAS EN LA POESÍA: ANTOLOGÍA POÉTICA DE MUJERES PARAISEÑAS

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24 de marzo de 2024
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NOSOTRAS EN LA POESÍA: ANTOLOGÍA POÉTICA DE MUJERES PARAISEÑAS

Escritoras y representantes de organizaciones sociales.

Autor relator: Luis Alonso Gómez Oyuela
Email: [email protected]

EL PARAÍSO, El Paraíso. “Nosotras en la poesía” es el título de la reciente obra literaria publicada por la Secretaría de las Culturas, las Artes y los Patrimonios de los Pueblos (SECAPPH) y el Círculo Cultural Paraiseño. Una antología poética de mujeres de este término que destaca el talento literario que, por muchos años permaneció en el anonimato y que hoy en la literatura contemporánea comienza a brillar.

El profesor Armando Martínez Valladares, prologó esta interesante obra: “En nuestra historia como comunidad de El Paraíso, la mujer siempre ha estado presente en nuestra vida social, económica y cultural, sin embargo, no se ha reconocido su papel histórico. La mujer es parte importante de la fuerza laboral, es el motor económico de nuestra única forma de producción: el café.

Representantes de la Editorial “Eva Thais” y SECAPPH.

En otro aparte, el profesor Martínez, señala, es en esa labor social en donde es forjadora de cultura, el muestrario de talento que esta obra representa, muestra cómo la mujer de El Paraíso se ha servido de la poesía para exponer su capacidad creadora, su pasión, sus desengaños, su sentir humano. Ellas, en su diario vivir, han aprendido que la poesía es esa forma de expresar nuestros sentimientos, experiencias y vivencias humanas”.

En la parte introductoria de esta obra, el historiador Darío Izaguirre, indica que, los escritos presentados tienen su antecedente en una iniciática del Colectivo Tumban Kak en 1991 cuando se comenzó a realizar la recopilación de textos. Hoy el Círculo Cultural Paraiseño y SECAPPH con sus diversas dependencias estamos retomando la antorcha de Tumban Kak para ceder a nuestras mujeres la palabra.

María Manuela Martínez, Norma Alicia Valladares y Martha Elisa Bertrand.

“La obra recoge de manera cronológica de cada una de las autoras desde 1930 hasta el 2022 del presente siglo. Muchos de estos versos son de contenido académico. Son versos escritos por madres, hermanas, tías y abuelas, que decidieron no guardar silencio o guardarlo, pero confesándole al papel sus más sinceros sentimientos. Aquí navega sin bandera, nuestro barco no tiene dueño. Las capitanas son las manos que escribieron y decidieron a quien en su momento quisieron escribirle”.

Resulta difícil escribir cada una de las obras literarias, pero a manera e introducción, citamos como ejemplo a Merceditas Cáceres, por ejemplo, le escribe a Jesús, la Virgen y a la cruz. Ellos eran sus amores y sus escritos reflejan su condición de beata. Su padre, el presbítero Alejandro Flores, la instruyó y posiblemente le mostró los rudimentos de la métrica que se reflejan en su estilo de escritura.

Sonia Argentina Álvarez, Carmen Núñez y Carolina Torres.

En otros escritos como los de María Esther Medina, Dilcya Valladares y María Manuela Martínez, vemos otra época, otro estilo en donde la familia, la añoranza por la mocedad y el amor están presentes. Es característico de estas autoras ese sentimiento de pertenencia al lugar de origen, la geografía del entorno y la madre mujer.

Mercedes Cáceres Flores, por ser la primera en el orden cronológico de la autora más lejana al siglo XX y XXI, nació en Cuyalí el 18 de diciembre de 1890 y fue bautizada en el pueblo de El Paraíso el 15 de febrero de 1891. Su madre fue Cecilia Cáceres y su padre el presbítero Alejandro Flores, uno de los fundadores de la Universidad Nacional.

Escritoras y representantes de organizaciones sociales.

Le siguen en su orden María Esther Medina, Dilcya Valladares Abarca, María Manuela Martínez, Zoila Nohemí Romero Espinoza, María Antonia Moncada Ponce, Martha Elisa Bertrand Enríquez, Ada Olimpia Villanueva Mendoza, Emelina Maldonado Rodríguez, María del Carmen Sauceda, Yelva María Izaguirre Martínez, Sonia Argentina González Triminio, Limy Suyapa Alemán Martínez, Bivian Alicia Díaz Herrera, Gabrielle Izaguirre Falardeau.

Josefa del Carmen Godoy Flores, sin duda, gran artífice de la cultura paraiseña. Nació en Guayabillas, San Antonio de Oriente, Francisco Morazán, el 3 de septiembre de 1963. Casada con el profesor Armando Martínez Valladares. “Chepita”, como cariñosamente se le conoce en El Paraíso, es una infatigable trabajadora de la cultura en el municipio. Ella y otros miembros de la comunidad, están tras de la fundación de la Casa de la Cultura, el “Jardín de Niños José Cecilio Baide”.

Numeroso público en los actos culturales y presentación del libro “Nosotras en la poesía”.

Chepita merece un lugar aparte, es la constructora permanente de ideas y proyectos, y por su espíritu de trabajo y amor por los niños, transcribo el poema: A un niño hambriento: “Cada mañana que me acerco a la realidad encuentro sombras de hambre y soledad. Busco esperanza en sus ojos y solo encuentro la tristeza, el dolor del hambre reflejado en su cara. Aun así, su sonrisa no se apaga y su ternura infantil ilumina nuestra mañana”.

Izaguirre abunda en reconocimientos a esta pléyade de mujeres poetas y puntualiza con un elogio especial a Josefa Godoy, “sorprende por su sencillez, su manera e ir al punto sin pasar por la metáfora y la grandilocuencia. Al hambre se le llama por su nombre y los problemas o calidades sociales de las personas de sus escritos son presentados así, de manera simple pero real, por ende, sus escritos tocan la conciencia”.

Josefa del Carmen Godoy, María Manuela Martínez, Emelina Maldonado y Eva María Martínez.

Todo tiene un origen y lo que hoy vemos en esta obra literaria y reconocimiento al feminismo de El Paraíso, comenzó con el “Colectivo Tumban Kak” (Fuego Nuevo) fundado en 1990; integrado por Armando Martínez Valladares, Josefa Godoy, Omar A. Talavera Sevilla, Saúl Herrera, Elvia Gómez, Eliezer Gómez y Santos Daniel Núñez.

El dibujo de la portada, cuyo autor es el profesor Armando Martínez Valladares, representa un indígena y una española, símbolo del mestizaje de nuestra América Latina, pero no del mestizaje producto de la violación, ultraje y violencia que ejercieron los conquistadores españoles en nuestros pueblos originarios, sino producto del amor; el mayor valor de nuestra humanidad y el único valor que nos permita salvarnos. Ese amor mestizo, prohibido por una sociedad decadente, alza su vuelo en busca de la libertad, rompiendo barreras y muros, eso representa el ave. En conclusión, hoy la mujer paraiseña rompió todos los paradigmas saliendo a la luz en “Nosotras en la poesía”.

La hora del brindis. Una para todas y todas para una.
Dibujo de la portada del libro, cuyo significado está en el texto.
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