Un derrame de aguas negras se registra en la calle Valencia de la colonia Matamoros de Tegucigalpa, desde hace unos ocho meses y los residentes le exigen al Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) que les resuelva este problema.
Las filtraciones del líquido hediondo ponen en riesgo a la población de esa colonia.
Después de hacer gestiones con el personal de Relaciones Públicas del SANAA y dar a conocer el problema, el jefe del Departamento de Alcantarillados Sanitarios del SANAA, ingeniero Franklin Oyuela, se comprometió a resolver este este asunto a la mayor brevedad posible.
Debido a la filtración, la calle ya presenta grietas y desde entonces esta área se ha convertido en un foco de contaminación. Lo más lamentable es que hay un centenar de menores que están expuestos a padecer enfermedades infecciosas, ya que frente a la cloaca colapsada funciona un kínder.
De acuerdo a las declaraciones que diera el ingeniero civil, Henry Norales, después de observar el problema, llegó a la conclusión que el pozo está colapsado, porque en este sector de la capital los hicieron muy pequeños.
En esta colonia las construcción de viviendas y edificios se ha incrementado debido a la alta plusvalía, por lo que estos pozos ya no se dan abasto, y las autoridades del SANAA deberían de hacer un estudio para construir pozos más grandes en la zona.
Actualmente en la colonia Matamoros se construyen varios edificios comercilaes y de apartamentos que conectarán sus tuberías de aguas negras en estos pozos, pese a que su capacidad llegó al límite.
“No hay otra opción más que construir otros pozos más grandes para que las aguas grises fluyan y no se registre este problema de filtración y se conviertan en focos de contaminación que afecten a la población”.
El problema es que las personas tiran basura en la calle, generalmente bolsas plásticas que son arrastradas por las corrientes de aguas pluviales y se quedan atoradas en los drenajes afectando la libre circulación del agua. (JAL)