Los “vampiros” chantajistas: ¿merodean la casa de gobierno?

OM/31 de March de 2020/12:53 a. m.

Por Boris Zelaya Rubí

…Corresponde a cada persona impedir que nuevas enfermedades o afecciones, contagien o se instalen en la sociedad, como la exclusión, el odio, la codicia y el fanatismo, para los cuales no hay vacunas, pero sí los valores esenciales que previenen y combaten la ceguera, la indiferencia y la inacción.

Es de reconocer que existe una gran preocupación en los ciudadanos y autoridades gubernamentales, la aparición de enfermedades que junto a condiciones preexistentes constituyen una grave amenaza a la preservación de la vida humana.

En estos momentos que como dice el vulgo “tenemos el agua hasta el cuello”, no es correcto culpar de nuestros problemas a los gobiernos anteriores, del color político que haya sido, suficiente lo han hecho las pandillas de analistas que siempre mezclan sus sentimientos políticos, para presentar sus soluciones. Ataquemos el problema con la fe en Dios y con la ayuda desinteresada, de todos los que tangiblemente pueden cooperar ¡la vida de un ser humano es primordial! Después, si es que el Gran Arquitecto del Universo nos lo permite, seremos parte del inicio de la nueva Honduras.

Si las atinadas acciones gubernamentales nos permiten salir ilesos de esta pandemia, debemos apoyar a nuestras autoridades con todas nuestras fuerzas, para lograr el ansiado desarrollo que tanto necesitamos, y hacer surgir una nueva patria; pero nada de segunda República o una refundación con fines que conduzcan a lo mismo: ¡la conquista de intereses políticos personales! Debemos combatir el hambre y la ignorancia, para que el pueblo en democracia sea consciente, al escoger quienes serán los hombres y mujeres que dirijan el país, con el verdadero principio de servir a la patria y no servirse de ella.

Debemos crear más institutos de carreras técnicas, pagándole una beca en efectivo para los que deseen superarse, y si no estudian ni trabajan y rechazan una beca, deben ser recluidos en lugares especiales para rescatarlos de vicios y de las bandas organizadas, con los tratamientos psicológicos adecuados. Los miembros del gabinete o los consejeros del Presidente Hernández, jamás imaginaron que se enfrentarían a un problema de tales dimensiones, con la diferencia que se trata de salvar vidas y no enviarlos a las calles para satisfacer a los “ñangaritas” de cafetín.

Uno de los expertos en criticar a todo el que tenga una responsabilidad en estos momentos de tanto dolor para los ciudadanos, manifiesta que están merodeando “vampiros” alrededor de casa de gobierno. ¿Serán los mismos que circulan alrededor del doctor Mauricio Oliva? No hay duda que muchos todólogos, están próximos a vestir una camisa con los “botones atrás”, nunca se dan por vencidos y algunos tienen tanta edad, que ya no les han de llegar un electroshock. En Wuhan, donde surgió el tal coronavirus, les harían una estatua con vampiros en sus hombros por sus grandes conocimientos de la materia.

Todos deseamos que pase esta pesadilla y le pedimos a Dios, que ilumine a nuestra compatriota, la científica María Elena Bottazzi, para que, junto a otros especialistas del mundo, puedan encontrar la medicina para detener esta pandemia que no respeta edad ni estatus económico. Quizás algún día podamos saludarla e inclinarnos ante su presencia como una mujer excepcional. Congratulaciones a mis estimados amigos Luis y Angello Botazzi (padre y tío respectivamente).

De rodillas solo para orar a Dios.