Hacia un nuevo orden mundial

ZV/25 de April de 2020/12:05 a.m.

Por: Carlos López Contreras

Hace un par de años publiqué en estas columnas, un artículo titulado “El cartel petrolero de la humanidad” en el que se reconocía que la inflación es el impuesto que más golpea y atrasa el desarrollo de los pueblos; y los precios de los energéticos, son factores decisivos de los niveles de inflación porque afectan todo el proceso productivo, el desarrollo de los pueblos y de la sociedad internacional.

Por tal motivo sugería que por medio de Naciones Unidas se gestionara el establecimiento de un centro que procurara regular un mínimo de estabilidad en el mercado del petróleo, como factor decisivo al logro de los objetivos de desarrollo sostenible. En aquella oportunidad expresaba que el objetivo sería procurar que el suministro y el precio del petróleo fueran previsibles a precios justos y equitativos para los importadores, consumidores, y remunerativos para los productores y exportadores. Esa sería la clave.

Actualmente hemos visto el colapso de los precios del petróleo. Y a este propósito recuerdo lo que decían en el 2016 en un Foro petrolero:

“We need to remember that low prices are bad for producers today and lead to situations that are bad for consumer tomorrow. And high oil prices are bad for consumers today and lead to situations that are bad for producers tomorrow”.

Nos toca vivir y ser testigos de una transición del orden mundial, que precede a la pandemia que actualmente sufrimos en el mundo, en lo sanitario y en lo económico y social.

Desde hace unos 25 años el orden mundial establecido después de la Segunda Guerra Mundial tiende progresivamente a desplazarse del océano Atlántico, comprendidas sus dos orillas de Europa y Estados Unidos, hacia el Asia Pacífico. Mientras Estados Unidos a partir del 2003 se empantanaba en Medio Oriente y descuidaba otros escenarios estratégicos, China continuaba creciendo industrial, tecnológica y militarmente, haciendo alianzas con varios estados en lo económico y de seguridad, con el fin de asumir un papel independiente por encima del sistema establecido después de la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos como país ribereño del Pacífico estaba participando en esa tendencia, hasta que asumió el poder el presidente Donald Trump.

Honduras, en mi opinión, debe continuar cultivando sus socios comerciales en el continente (Estados Unidos, Centroamérica, México y Europa) vale decir la dimensión atlántica. Pero también debe procurar aproximarse hacia el nuevo centro del Asia Pacífico, junto a México, Perú, Chile y Colombia en la Alianza del Pacífico, donde se le tiene como observador y al Acuerdo Transpacífico (TPP).

Lo anterior describe a grandes rasgos la megatendencia anterior a la pandemia mundial.

El orden mundial postpandemia está por estudiarse y escribirse y dependerá, en gran medida, de la ecuación de fuerzas políticas, económicas, financieras y militares resultantes de la recuperación de la crisis de salud, económica, social y financiera en Estados Unidos, Europa, Japón, Corea, Australia y otras potencias regionales del continente americano.