Pese a que muchas artistas se han decantado por presentarse “al natural” en sus redes sociales y entrevistas desde sus residencias, tendencia que ha sido muy bien vista, son muchas las mujeres que se resisten a esta modalidad y desean lucir bellas y muy cuidadas.
Particularmente las damas capitalinas, calificadas por expertos como vanidosas y muy meticulosas con su cuidado personal, se resisten a ese “outfit” descuidado, pese a la cuarentena en que se encuentra la humanidad.
Para la estilista profesional Guadalupe Zúniga de la Sala de Belleza Destellos, ahora las damas están muy enfatizadas en su cabello, por lo que no se permiten ni un “pelo fuera de orden”, y se han acoplado a la nueva realidad en los salones de estética, en los que al igual que en todos los establecimientos públicos, no se permiten aglomeraciones.
Para atenderlas es muy facil, estrictamente por turnos, lo más dos al día y siguiendo todas meticulosas medidas de bioseguridad, ya que el tratamiento es directo y personalizado.
“En esta época de cuarentena, las damas se decantan por el ciudado de su cabello, ya que por el estricto uso de la mascarilla, el maquillaje ha quedado en un segundo plano”, explica esta experta con una gran trayectoria de casi 20 años en el ramo de la belleza.
Según Guadalupe, lo que más buscan las clientas son tintes, kerarina, retoques, mechas, botox, cocteles, cortes, estos un poco más prácticos y menos elaborados, pero no por ello menos elegantes y vanguardistas.
La nueva realidad exige este vivir y convivir con el “nuevo normal”, sanitizacion de productos, protocolos de higiene, calidad garantizada de servicio al cliente durante la manipulacion, sobre todo en los salones de belleza, para mantener la clientela.
“Con estos cuidados buscamos mantener la imagen de nuestras clientas que deseen lucir bien, aun en plena pandemia, ya que muchas de ellas hacen trabajos desde casa, pero no por ello desean lucir desaliñadas”, explica nuestra entrevistada.
En los tiempos en que somos una marca personal y que no hay edad para lucir moderna y juvenil, para ir a un centro de estética lo único que tenemos que hacer es adaptanos a la nueva realidad, que incluye nuevas técnicas, distancia prudencial, desifección contínua de las áreas expuestas, todo como parte de la responsabilidad social y nuevas reglas de cortesía.