El Poder Judicial y sus desplantes

MA/16 de June de 2020/12:07 a. m.

El suscrito, en mi condición de ciudadano, profesional del Derecho y miembro del honorable Colegio de Abogados de Honduras, tengo a bien expresar conforme al derecho que me brinda nuestra Carta Magna relacionada con la garantía de libre expresión, mi indignación por un oficio de reciente elaboración por la Corte Suprema de Justicia, en el que sus altas autoridades decretan un período de vacaciones que va de fecha 1 de julio al 16 de los corrientes del año 2020, y tienen la desfachatez de anticiparse y señalar un segundo período en el mes de diciembre del mismo año; para que no quede duda que ni la pandemia se los puede interrumpir.

Se habrá visto tanta indiferencia a las necesidades reales y sentidas del grueso de abogados que nos ganamos el pan de cada día con el ejercicio diario, y no digamos el derecho inherente que tiene todo ciudadano hondureño de legalizar sus actuaciones cotidianas, especialmente aquellas personas o familias que han perdido parientes o jefes de hogar, del que depende una declaratoria de herederos para obtener recursos de aseguradoras o de institutos de previsión; asimismo, de tantos ciudadanos que han perdido sus empleos y requieren de un reclamo legal ante los tribunales de justicia, y por allí se pueden enumerar una serie de situaciones que exigen una acción o reclamo legal conforme al debido proceso, ante el órgano pertinente del Poder Judicial que administra justicia.
Lo que observamos en el Poder Judicial es inaudito, Honduras y el mundo se encuentran sufriendo la peor peste que nos ha tocado vivir en este siglo, hemos debido aceptar que tal emergencia no podía evitarse, mucho menos prolongar tanto tiempo de suspensión de labores, casi tres meses, partiendo de la segunda quincena de marzo hasta la fecha, todo este tiempo ha significado una serie de incomodidades, como pudiera ser el confinamiento prolongado en casa, pero lo más grave aún, ha sido el colapso económico de todos los sectores sociales, se ha generado una enorme pérdida de fuentes de empleo, cierre de las empresas y microempresas, estas últimas no han podido soportar tanta inactividad productiva con tantas obligaciones pecuniarias; comprendemos que este fenómeno es mundial y cada país está haciendo lo propio, a fin de superar la problemática grave que los aqueja, una de las alternativas que tenemos los hondureños, es resaltar en la apertura inteligente, la necesidad de reforzar y multiplicar las actividades productivas, jamás lo contrario, el Estado a través de sus gobernantes debe dar el ejemplo a sus gobernados, pues son ellos los llamados a superar todas las limitaciones que nos ha generado esta pandemia, es incomprensible que un poder del Estado, como es el Poder Judicial, después de tres meses consecutivos de no trabajar, vengan a decir que se van de vacaciones, me parece que deben actuar con vergüenza e inteligencia, pues creo que quienes toman estas decisiones tienen cinco dedos de frente como para publicar esa decisión de vacacionar en plena desgracia del pueblo hondureño.

Qué están pensando estos “buenos hondureños“, me pregunto: cómo esperamos superar esta problemática con hondureños inconscientes de la realidad que vivimos, de gobernantes acomodados a un sueldo, mientras otros nos morimos de hambre por culpa de los que no administran justicia en el país, no olviden señores magistrados, jueces y demás funcionarios y empleados, que los abogados vivimos de las soluciones que ustedes ofrecen a los contendientes, mediante resoluciones o sentencias, no negamos que tienen derecho a sus vacaciones, pero este no es el mejor momento para abandonar el país.

José Aníbal Cruz Raudales
Tegucigalpa, M.D.C.