El joven empresario Mario Guerrero y su esposa cumplieron un gran sueño, construir su propio parque extremo para practicar con bicicletas BMX, algo que se necesitaba en el país, ya que se hacía en forma improvisada y riesgosa en colonias como la Kenedy, pero que ahora tendrán un sitio especial en la salida de Mateo, en una propiedad privada ubicada en la aldea el Aceituno.