Las diversas tradiciones del Año Nuevo

MA/30 de December de 2020/12:55 a.m.

Ivonne Tábora
Lic. en Periodismo, relacionista pública

El inicio del Año Nuevo tiene un significado importante en las diferentes culturas del mundo, con diversas tradiciones, entre algunas que predominan en América Latina y que los hondureños practicamos están, comerse 12 uvas el 31 de diciembre a la medianoche y pedir un deseo por cada uva, pasearse por la calle con una maleta vacía, figurando viajes para el próximo año, comerse una mandarina y guardar las cáscaras en la cartera o monedero, para tener suerte todo el año, entre otras.

Es curioso conocer y compartir las tradiciones que hay en diferentes países del mundo en torno a esta celebración; por ejemplo en Rusia se zambullen en aguas heladas de lagos y ríos el día de fin de año, para limpiar sus pecados, enfermedades o simplemente demostrar valentía, también escriben en un trozo de papel sus deseos, luego queman el papel y las cenizas las colocan en una copa con champán y la beben; en Dinamarca entran al nuevo año saltando en una silla con la primera campanada del ayuntamiento de Copenhague; y en Japón tienen la tradición de recibir el Año Nuevo con 108 campanadas en cada templo budista, de esta forma buscan evitar los 108 pecados que los humanos pueden cometer.

También en Irlanda, la llegada del Año Nuevo es todo un ritual, ya que ese día no se debe cerrar ninguna puerta de la casa, para que aquellos que ya no están en esta vida, puedan pasar libremente a celebrar esta festividad; y en Rusia esta celebración es la favorita de los niños, ya que ese día llega el abuelo de hielo, algo parecido a Santa Claus ruso, cargado de uvas, dulces, regalos, etc., bailando alrededor del árbol de Navidad.

Asimismo en Escocia y en Grecia, el “primer pie” es una tradición antigua, la primera persona que entre a sus casas ese día puede traer buena o mala suerte, así que es bueno que entren primero amigos y parientes, con el pie derecho; y en Brasil en la nochevieja las familias van a la playa y saltan por encima de siete olas, pidiendo siete deseos para el nuevo año.

Romper platos en Dinamarca, colgar una cebolla en Grecia, reunir frutas redondas en Filipinas, comer lentejas en Italia… hasta tirar cubos de hielo por la ventana como símbolo de lanzar las malas vibras de la casa y dejarla limpia de estas, para el Año Nuevo, son algunas más que podemos mencionar.
El pedir deseos también se remonta a la época antigua, los romanos pedían el perdón de sus enemigos; los anglosajones que se establecieron donde ahora es Inglaterra, tenían un festival llamado Yule, en el que se celebraba el fin de año, como una estación fértil y pacífica.

No cabe duda que la diversidad de culturas en el mundo marcan sus tradiciones y supersticiones, quedando evidenciadas en esta vieja festividad, fue en el año 153 a.C. que el senado romano decretó que el Año Nuevo comenzara el 1 de enero, siendo considerada una fiesta pagana, igual que la Navidad, por ello la Iglesia Cristiana temprana la prohibió, pero luego para facilitar la conversión de los paganos al cristianismo, la iglesia aceptó la misma cada 1 de enero y la convirtió en la fiesta de la circuncisión de Cristo.

Un Año Nuevo trae expectativas de que las cosas pueden ser mejores, un nuevo comienzo, guardando la esperanza que el 2021 podremos cumplir sueños, pero trazándonos metas y confiando en Dios sobre todo, ya que el 2020, ante la llegada de la COVID-19 dejó un mal sabor en muchas familias en el mundo, que perdieron a un ser querido, otros su salud, trabajos, empresas, etc., y no podemos olvidarnos de la solidaridad, ya que este es el momento de dejar a un lado el egoísmo y la politiquería, ayudando genuinamente a nuestros hermanos que más lo necesitan, esta sí debería de convertirse en una tradición, llevar comida y abrigo al que no tiene, sino qué sentido tiene nuestra vida, la Madre Teresa de Calcuta dijo: “El que no vive para servir, no sirve para vivir”, esto en su más amplio sentido.

Feliz Año Nuevo, que Dios les bendiga.
@ivonnetabora yvonnemt2002@yahoo.com