Por: Otto Martín Wolf
Creo que, como la mayoría de los jóvenes, desde mis días de adolescente me interesé por el estudio del cosmos y, con ello, de uno de los más grandes misterios de la humanidad.
Existe vida extraterrestre?
Mi interés no ha disminuido con los años, por el contrario, se ha incrementado como uno de los más grandes deseos de mi “bucket list”.
No estoy hablando de vida inteligente, eso sería algo mucho más allá de mis esperanzas… aunque no de mis sueños.
Me refiero a vida en cualesquiera de sus posibles presentaciones; desde una bacteria hasta… bueno, hasta donde se pueda, tomando como guía los ocho millones de especies que vivimos en la Tierra y los posiblemente centenares de millones que existieron aquí y luego, después de un corto reinado, se extinguieron.
Qué señales esperanzadoras de vida extraterrestre se han detectado en los últimos tiempos?
El 19 de octubre de 2017 los telescopios terrestres observaron un visitante de otro sistema solar al que llamaron “Oumuamua” que significa algo así como “primer visitante de otra estrella”.
Este objeto de forma cilíndrica, de unos 400 metros de largo, no provenía de nuestro sistema solar.
Aunque se especuló sobre si se trataba de una nave, la verdad nunca se pudo comprobar.
Seguidor ortodoxo del método científico, guardé el sueño de inteligencia extraterrestre hasta que la semana pasada el tema volvió a surgir. Un prestigioso científico, el principal catedrático de astrofísica de Harvard, se atrevió a sugerir que podía haberse tratado -en efecto- de una nave exploradora de “algún lejano planeta” algo similar a las sondas Voyager 1 y 2 enviadas por los USA hace más de cuarenta años y que se convirtieron en las primeras en dejar nuestro sistema solar.
Los hombres de ciencia se han negado a especular sobre vida extraterrestre -de alguna manera con justificada razón- al grado de que quien lo hace sufre un inmerecido descrédito.
Este hombre, el doctor Abraham Loev, apoya la teoría de que no se trataba de una roca sino de un objeto artificial y el primer signo de vida inteligente extraterrestre.
La frase “quizá nunca lo sabremos” no tiene total validez ahora, quizá sí lo lleguemos a saber, conforme nuestra tecnología avanza y cada vez somos más capaces de explorar el infinito.
Algo más cerca de la Tierra que conviene saber -o refrescar- tres misiones separadas hacia Marte, todas arribando este año y todas con un propósito primordial, detectar pruebas de que alguna vez existió vida en el planeta rojo.
El 18 de este mes descenderá la nave norteamericana Perseverance que lleva dos robots, uno que explorará la superficie -y algunos centímetros bajo ella- y un helicóptero explorador que será la primera nave terrestre que vuele sobre ese planeta.
Poco después, también este año, naves de China y hasta de los Emiratos Árabes llegarán a Marte y ya no solo quieren conocer de la atmósfera, los minerales y otra valiosa información científica sobre Marte, ahora también quieren saber si hay rastros de que alguna vez existió vida ahí… quizá se realice mi sueño después de todo.
Seguiré informando y soñando.
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