El presidente Joan Laporta salvó los muebles de los pagos a corto plazo con la financiación de la deuda de hasta 525 millones de euros que le aprobó el pasado domingo la Asamblea General de Compromisarios, pero ahora debe afrontar otro dolor de cabeza con la obligación de rebajar este verano la masa salarial en 200 millones para cumplir los requisitos de LaLiga.