Honduras mi frustrado amor

ZV/31 de July de 2021/12:01 a. m.

Por: Jack A. Agurcia

¿Honduras, qué pasó con las promesas que me hiciste cuando estaba joven? ¿Qué le pasó a tu canto prometedor con el que llenaste mis pequeños oídos cada noche antes de dormir? ¿Cómo te has dejado llevar por hombres tan malos y avariciosos? ¿Cómo te has dejado caer a un estado tan triste e insólito? ¿Adónde se ha ido tu magia, y cómo la dejaste ir tan fácil?

Toda la vida llevo esperando tu renacer, con ojos aguados, manos cada día más rotas y ensangrentadas, y un corazón que apenas se mantiene a flote encima de los mares de sangre y lágrimas que has derramado sobre mis amadas montañas, playas y selvas. Un ejército de obrantes, estudiantes, e inocentes han esperado conmigo solo para verte caer más y más en la cama del robo y el fraude. Tus bosques se han muerto más rápido de lo que ha crecido mi cuerpo. Tus mares han perdido sus resplandecientes colores, encargados y exportados por personas que nunca han bañado en tus aguas cristalinas. Tus animales sufren a las manos de hombrecitos ignorantes que nunca tomaste el tiempo de enseñar y alimentar con cariño y amor. Tus mujeres son heridas y abandonadas con sus hijos por los mismos bárbaros que a veces, alterados en todo tipo de agua ardiente, las matan con un salvaje llanto de infelicidad.

Mi vida entera he tenido un profundo deseo de sentirme orgulloso de ser uno de tus hijos, pero hoy más que nunca siento una terrible decepción. Mi corazón, al igual que el de muchos de tus hijos que hemos tenido la suerte de ver patrias que cuidan y aman a los suyos, se quiebra hasta el fondo al ver tu recayente estado en todo modo de mal y decadencia. Estamos cansados de tus pajas y tus falsas promesas. Estamos hartos de los hombres malditos que dejas que te guíen. ¿Hemos vuelto, y hemos luchado, pero cómo ayudar una madre que no nos deja ni amarla? ¿Cómo dar en un país lleno de manos que solo toman?

Mis sueños se han vuelto pesadillas. Mis visiones se han vuelto solo imágenes. Mis cantos se han vuelto dolorosos grujidos bajo el peso de tu indiferencia y decepción. Mi patria se ha vuelto un lugar en donde no hay lugar para hombres buenos, porque todos sus puestos han sido rellenados de mierda. Mi amor se ha vuelto tristeza, y mi orgullo se ha vuelto vergüenza de ser hijo de esta nación.

Me gustaría concluir con un deseo de un mañana más precioso forjado por las manos trabajadoras de nuestra generación, pero aun en los jóvenes, los que ganan tu aprobación, son solo los indignos y maleducados, los aprovechados y perezosos que solo te quieren usar para llenar sus cuentas y cubrir su vergüenza con una capa sólida de oro. Tal vez nuestra única esperanza es la mano de Dios. Tal vez nuestro futuro también será uno de terrible angustia e indignado dolor. Tal vez nuestra única salida será la escapatoria de tus débiles manos hacia la luz de otro amor. Tal vez mi vida nunca oirá el canto mágico que algún día resonó en tus selvas. Tal vez esa melodía se perdió.

Lo que sé es que adonde sea que nos estés llevando, cual sea la desembocadura de este rio ahí estaré contigo. Luchando por la resurgencia de tu gloria y la liberación de tu belleza. Por cascadas y pedregales, por ríos secos y corrientes llenas de cloaca me aventaré con tu corriente porque esta patria es mía, y no hay otra que merezca más mi amor. Aunque me duela, y me quiebre el corazón, aquí moriré, pero más importante aquí lucharé por tu paz y tu liberación.

Te amo mi Honduras, con todos tus fracasos e impurezas, con todas tus tristezas y humillación. Te amo con todo mi ser, mi bello frustrado amor.