Valle proclamaba una independencia sin privilegiados

MA/15 de September de 2021/12:46 a.m.

José Rolando Sarmiento Rosales

El recordado intelectual, diplomático, escritor, abogado y periodista colegiado Eliseo Pérez Cadalso, en su libro “Valle, Apóstol de América”, nos narra en detalle la personalidad del ilustre hondureño, que en ocasión del Bicentenario de la Independencia amerita que conozcamos un poco más del pensamiento humanista del admirable prócer. Iniciado el mes de la patria que nos lleva seguidamente al día 15 de septiembre, cuando las cinco parcelas del Istmo Centroamericano arribamos a 200 años de la Declaración de Independencia, fecha en la que los patriotas reunidos en la sede de la Capitanía General de Guatemala, acordaron separarnos del régimen de España, acto en el cual los concurrentes unánimemente le concedieron la responsabilidad de redactar el Acta de Independencia, a nuestro compatriota José Cecilio del Valle.

“Por sus conocimientos académicos, Valle sobresalió en la sede de la Capitanía General, al culminar en 1803 sus estudios de abogado en las aulas de la acreditada Universidad de San Carlos Borromeo, pasaporte con el cual obtuvo las más encumbradas posiciones del régimen colonial español, ocupando desde 1805, importantes cargos tales como el nombramiento de Diputado Interino de la Comisión Gubernativa de Consolidación, Defensor de Obras Pías y Censor de La Gaceta, Asesor del Consulado de Guatemala, Fiscal del Juzgado de los Reales Cuerpos de Artillería e Ingenieros del Reino, luego Asesor de estos cuerpos, y también el cargo de Alcalde de la Ciudad de Guatemala, emitiendo ordenanzas para favorecer la formación en artesanías de los indígenas, dando así origen a las famosas telas y vestimentas típicas guatemaltecas.

A la altura del año 1803 comenzaron a circular varios escritos del novel economista y sociólogo, escritos que, por la profundidad y la orientación de sus ideas, planteaban claramente la necesidad de nuevo régimen de gobierno, más a tono con la realidad ambiental de la época. En vista de eso el gobierno español, queriendo ganarse la voluntad del nuevo patriota, cuyas ideas en favor de la independencia eran harto conocidas, le ofreció varios puestos de importancia como los que anteriormente mencionamos. Valle comprendió perfectamente que, en medio de la efervescencia que comenzaba a dibujarse, la manera más efectiva de sobresalir personalmente y de servir a los intereses de la causa, era aceptar las ofertas de la Corona. Con lo primero lograba la nombradía y la autoridad necesaria para utilizarlas cuando el movimiento separatista cobrara suficiente fuerza; y teniendo así en sus manos la oportunidad de vincularse a los procedimientos usados por el arcaico régimen, observando de cerca sus graves deficiencias y sus puntos débiles, forjando al mismo tiempo, las más temibles armas para efectuar el ataque”.

“José Cecilio del Valle no figura entre los patriotas que promovieron movimientos sediciosos, porque era hombre de estudio y no demagogo, y porque como sujeto conocedor de las leyes comprendía que dichos movimientos estaban destinados a abortar por la ausencia de lógica en los planes y la falta de preparación intelectual de sus autores. Muchos de esos criollos ilusos y bravíos fueron a dar con sus huesos en las cárceles, sufriendo torturas y llegando hasta la muerte. Valle, desde su elevada posición y con la influencia que tenía, ayudó en muchos casos a estos apóstoles en ciernes, consiguiéndoles la libertad o la rebaja de sus condenas. Mientras tanto desde allí atisbaba como buen artillero los puntos vulnerables del régimen para en el momento oportuno, asestarle el golpe de gracia, que precisamente ocurrió aquella mañana convulsa del 15 de septiembre de 1821”.

“El sabio José Cecilio del Valle en sus inquietudes intelectuales y cívicas fue fundador de periódicos donde exponía sus pensamientos de alto contenido político, social y económico, como El Amigo de la Patria y el Redactor Constitucional, donde expresaba sus preocupaciones ciudadanas sobre la necesidad de llevar la educación a todos los habitantes y no solo a los pudientes económicos, los criollos hijos de los españoles, dejando a los mestizos, a los indígenas y a los negros el papel de sirvientes de los poderosos, que esa fue la razón para que no le entusiasmaran los movimientos independentistas de la época, porque los beneficiados serían los mismos, es decir los hijos de los españoles, porque los iletrados e ignorantes no podrían asumir cargos en el nuevo gobierno, siguiendo siempre como subordinados a los ricos y poderosos”.

Sin embargo llegado el momento del histórico día 15 de septiembre, por decisión unánime de los presentes, se constituyó en el Redactor del Acta de Independencia del régimen colonial de España, dándole la historia la razón al Sabio Valle, porque el poder de nuestras naciones quedó en manos de los letrados y pudientes, porque sus etnias, se vieron relegadas de la dirección de sus naciones. De manera que el Bicentenario nos permita reflexionar en el visionario pensamiento de José Cecilio del Valle, que deseaba la herencia de la patria sin privilegiados, compartida para todos en Centroamérica.