Rafael Devers respondió a la hora de la verdad para los Medias Rojas de Boston. Aaron Judge se encargó de darle el empuje final a los Yanquis de Nueva York. Y Buster Posey propulsó a los Gigantes de San Francisco al cetro del Oeste de la Liga Nacional, condenando a los Dodgers — con sus 106 victorias — a un peligroso juego de comodines.
De un golpe, la llave de los playoffs de las Grandes Ligas quedó definido el domingo.