COMO LLEGO EL CINE A LA CAPITAL

MA/30 de November de 2021/12:52 a. m.

Cuáles eran las diversiones de los capitalinos a finales del siglo XIX y principios del XX?…..Los conciertos en los quioscos de los parques Central, Bográn y La Libertad, las veladas en los centros de enseñanza y los paseos campestres ó excursiones a los lugares cercanos a la ciudad y después de 1915 las representaciones artísticas que se hacían en el Teatro Nacional.

A finales de Noviembre del año 1899, o sea el mes recién pasado hace 122 años, cuando gobernaba al país el General Terencio Sierra Romero , una de las maravillas ingeniadas por el hombre llegó a la capital hondureña de acuerdo a las investigaciones realizadas por el brillante escritor e historiador nacional Profesor Víctor Cáceres Lara.

En ese entonces Tegucigalpa no contaba con energía eléctrica, pero los promotores del novedoso invento instalaron un generador para poner en funcionamiento el proyector de imágenes en una espaciosa casa particular en el Barrio Los Dolores donde por primera vez los ojos de los asistentes serían testigos de la invención de Tomas Alba Edison que atrapaba en el celuloide el movimiento de lo que años antes sólo captaba en fijo la fotografía.

Las funciones de 1899 fueron limitadas y quienes asistieron pagaron en primera línea un peso plata, además de llevar su propia silla para acomodarse durante la corta exhibición y en unas bancas de madera colocadas en la parte posterior, el derecho a ver costaba un tostón (cincuenta centavos).

Aquella presentación despertó interés entre los capitalinos de la época y al entrar al nuevo siglo, Tegucigalpa no podía quedarse al margen del modernismo.- Diez y nueve años después, en l928, un inquieto promotor de las actividades teatrales, Don Eduardo Berlíoz, originario de Comayagua, puso su mayor empeño para abrir el cinematógrafo como un nuevo campo de diversión para los habitantes de la capital hondureña.

El Sr. Berlíoz con muchas dificultades logró un permiso para exhibir en el Teatro Nacional (FOTO 1), las películas mudas que ya constituían parte de la naciente industria cinematográfica en los Estados Unidos.- De ahí nació la costumbre de decir “ir al teatro”, expresión que incidió para que Don Alberto Lazarus instalara por esa misma época la primera sala de cine en Tegucigalpa y que se conoció como “Teatro Variedades” (FOTO 2).

La competencia surgió y Don Eduardo fundó entonces el “Teatro Pálace” (FOTO 3) que quedaba contiguo al Hotel del mismo nombre sobre la Avenida Máximo Jérez a escasas dos cuadras al oriente del Mercado Los Dolores y a una cuadra hacia el norte de la Plaza Morazán.

3 El Teatro Palace de la Empresa Teatral Hernández

Para los años treinta, las exhibiciones cinematográficas en la capital se desarrollaban a pasos agigantados y Doña Enriqueta de Lázarus , a la muerte de su esposo, constituyó una empresa sólida asociándose con las familias Clámer y Esteves, formando la compañía que contaba con la representación de las productoras norteamericanas siendo su primer administrador el Señor Frattini.

Mientras tanto, Don Eduardo para contar con las producciones en español filmadas en México, Argentina y España, dio paso a que se instalara un promotor azteca, Don Luis Hernández que estableció la firma “Empresa Teatral Hernández” que manejaba y administraba el ciudadano mexicano Don Antonio Islas.

La empresa “Clámer, Esteves y Lazarus” que inició con el Variedades, abrió sus nuevas salas, el “Teatro Clámer” (FOTO 4) sobre la Avenida Cervantes, el Cine “Apolo” (FOTO 5) y el “Moderno” en la ciudad de Comayagüela.

La competencia que operaba el Cine Pálace , abrió entonces en la ciudad gemela el “Hispano”, sala que al promediar de los años finales de los cuarenta se incendió en horas de la noche mientras se exhibía una película del popular Cantinflas, dejando un saldo de decenas de muertos y muchos heridos.

4 El Teatro Clámer de la Avenida Cervantes

Los primeros espectáculos del cine en la capital, eran silentes y las películas eran acompañadas mientras se proyectaban con interpretaciones de pianistas que de acuerdo a las escenas deslizaban sus manos por el teclado para que los espectadores se ambientaran a lo que veían en las escenas de rápido movimiento y a las rotulaciones de los diálogos de las estrellas como Greta Garbo, Gilbert Roland , Claudette Colbert, Rodolfo Valentino, Charles Chaplin y otros astros de la cinematografía sin faltar las películas de terror con Lon Chaney y Bela Lougosi.

Para que el público se entusiasmara y asistiera a las salas, la promoción de los espectáculos se anunciaba en carteleras que se colocaban en los postes de las principales calles (FOTO 6), donde se anunciaban las películas y los precios de admisión.

A nosotros, los que empezamos a ir al cine a finales de de los años cuarenta, nos tocó vivir la época dorada de las películas en blanco y negro en las que actuaban estrellas como Clark Gable, Errol Flyn, Tyrone Power, John Wayne, William Bendix, George Raft, Humphrey Bogart, Gary Grant, Robert Taylor, Robert Mitchum, Gary Cooper, Glenn Ford, James Stewart y otros astros de la época y cómicos como “El Gordo y el Flaco”, Stan Laurel y Oliver Hardi (FOTO 7) . Bob Hope, la Pandilla Neoyorkina y las bellezas como Lana Turner, Rita Hayworth, June Allyson, Juddy Garland, Marlene Dietrich, Anne Baxter, Sussane Hayworth, Debora Kerr, Joann Crawford, Grace Kelly, Ava Garner, Verónica Lake, Esther Williams, Jane Russell, Joan Fontaine, Jane Whyman, Olivia de Havilland, Rita Moreno, Janet Leight y otras rutilantes estrellas, sin perdernos las series de Johnny Weissmuller como Tarzán, las series vaqueras de Tom Mix, Gene Autry, Tim McCoy y Buck Rodgers y las películas de miedo con Boris Karloff y Bela Lugossi.

5 El Cine Apolo de la ciudad de Comayagüela.

A medida que la industria cinematográfica avanzaba, las salas se fueron modernizando y las nuevas técnicas abrieron un mundo diferente que empezó a vivirse a mediados de los años cincuenta cuando los empresarios Osmond L. Maduro y Jerza Younger se asociaron para fundar una nueva empresa que abrió dos modernas salas, “El Cine Presidente” en el Guanacaste y “El Cine Centenario” sobre la avenida del mismo nombre en Comayagüela administrados por el ciudadano argentino Don Bartolo Benítez.

En el Palace y en el Hispano, tampoco nos perdíamos las películas mexicanas, argentinas y españolas con estrellas como Arturo de Córdova, María Félix, Pedro Armendáriz, Dolores del Río, Jorge Negrete, María Elena Márquez, Tito Guizar, Gloria Marín, Blanca Estela Pavón, Pedro Infante, Amparo Ribelles, Jorge Mistral,, Emilio Fernández, Evangelina Elizondo, Joaquín Pardavé, Miroslava, Antonio Badú, Sara García, Julián, Fernando y Andrés Soler, Prudencia Griffel, Luis Aguilar, Libertad Lamarque, Antonio Aguilar, Carlos López Moctezuma, Emilio Tuero, Marga López y los cómicos Mario Moreno (Cantinflas) (FOTO 8) German Valdez (Tin Tan), Ferrusquilla, Viruta y Capulina, Borolas, Resortes y Angel Carasa.

Las salas en la capital contaban con tres categorías de localidades, palco, luneta y galería.- La primera a L. l.50 la segunda a 0.75 y la galería a L. 0.l0 valores que nos permitía a los jóvenes que con cinco lempiras teníamos para invitar a la compañera, por supuesto a palco, y nos quedaba para comprar bolsas de “palomitas” (maíz reventado) y a veces hasta para invitar a la salida a un refresco y pan con mantequilla en el Jardín de Italia.

Inolvidable aquel cine en la capital hondureña que después del Nacional. el Variedades, el Palace, el Clámer, el Hispano, Apolo , Moderno, Presidente y Centenario como precursores del cinematógrafo citadino, dio paso a otras salas como El Lux, Alfa y Omega, Obelisco y Maya, en cuyos espaciosos edificios hoy funcionan supermercados y tiendas, edificios demolidos o reformados para los negocios que hoy operan en ellos y que son parte de la historia capitalina.

6 En carteleras fijadas a los postes se anunciaban las películas que se exhibían en la capital.
7 Stan Laurel y Oliver Hardi (El Gordo y el Flaco)
8 Mario Moreno el popular ”Cantinflas”

Hasta la próxima semana.