Barrer, lavar, ventilar y quemar

ZV/16 de December de 2021/12:05 a. m.

Por: Carolina Alduvín
PERFILES

La señora electa con votos prestados, en algún momento presentó su plan de gobierno para refundar el país, que pone como primer punto absoluto: “Construcción del Estado Socialista Democrático. El fin supremo de la sociedad y del Estado es el ser humano; la protección de los derechos del pueblo soberano y la naturaleza”. Y hasta el tercer punto menciona: “Lucha contra la corrupción y el abuso de poder”. El documento está fechado a principios de septiembre y con los nombres de tres ilustres desconocidos como designados; o sea, previo a aliarse con los presidenciables de los otros dos partidos que conjuraron una nueva derrota. Cabe preguntar, ¿qué partes se modificaron, o cambiaron de orden? Si acaso ocurrió, o solo se desplazaron posiciones para acomodar a los aliados y su séquito.

Sin embargo, un par de días luego de las elecciones, circula un escrito con 30 propuestas para los primeros 100 días de su gobierno, donde la intención de arrancar justo donde le impidieron continuar a su marido, es decir, convocar una consulta popular desde el primer día de su gobierno, para llamar a una Constituyente, ha pasado al número 2, solo detrás de la derogación del conjunto de leyes vigentes “aprobadas en la hemorragia legislativa del 2013 para conformar la dictadura”. Mientras que el combate a la perniciosa corrupción, queda relegado hasta el punto 14, no como tal, sino como posible fuente de financiamiento a un supuesto ingreso universal para las familias pobres, que nadie sabe en base a qué se van a definir, pero podemos imaginarlo viendo los ejemplos de los populistas de izquierda que plagan el continente, coloso del norte incluido. Hasta el punto 28, se refiere a instalar una CICIH-2, creada por su gobierno, con el apoyo de la ONU.

Con mayor sensatez y consciente de lo sensible del tema, no tardó mucho en salir a desmentir el punto, un aliado que coordina la transición. Lo que deja apenas un respiro y nos indica que habrá que estar en guardia, con mayor razón si, en base a los escrutinios especiales, las liebres o sus aliados, recuperan escaños. Es importante que, antes de tomar posesión del mando, las instalaciones, el presupuesto, los bienes del Estado y todo lo que conlleva una nueva administración, se haga una limpieza profunda del muladar que dejan tras sí, los que se van. Sin mencionar la magnitud e impacto de las deudas que quedan sobre las espaldas de los contribuyentes que cumplen. La pretendida compra de votos, dudo que deje algún grado de libertad para maniobrar regalando más dinero a los no definidos pobres.

La población está convencida de que solo la extradición al Distrito Sur de NYC les llenará la ilusión de ver al todavía gobernante tras las rejas. ¿Por qué no se aspira a barrer con nuestra propia escoba? De acuerdo, mientras el fiscalito de juguete siga en funciones, nadie lo va a acusar ni a probar nada; es más, debe haber logrado un buen arreglo, si no se repitieron los acontecimientos de 2017, por su parte los congresistas, aprovechando lo que les queda para hacer y deshacer, están protegiendo -según se dice- hasta a los encargados de destapar las cloacas.

Es saludable comenzar por recomponer el marco legal, deformado por todas esas leyes aberrantes que menciona en el punto 1, la de las ZEDE, Consejo de Seguridad y Defensa, de Secretos, de Escuchas, de Coalianza y del propio CN. La que permite al Ejecutivo subordinar a los otros poderes, como sea que se llame, debe estar incluida, al igual que las que promulgan estos días y los que quedan para cerrar la presente legislatura. Eso equivale a pasar la escoba, no la que temen los empleados públicos. Lavar, a continuación, debería ser la recuperación de todo lo erosionado al patrimonio estatal, no sé con qué poder de negociación, si entre las filas liebres también hubiese beneficiados, no dispuestos a renunciar a privilegios.

Ventilar, sería crear las condiciones para que el latrocinio y la corrupción se investigue, judicialice, se impongan penas justas y no se olvide la devolución de los recursos. Dar el ejemplo, sometiendo a las mismas medidas a sus militantes por actos análogos, previos al experimento denominado cuarta urna, sí que sería revolucionario. No está entre sus promesas, pero los haría ver muy bien. Habrá quien argumente que eso ya pasó, lo que no pasa es la oportunidad de lucir justa y sincera ¿habrá quién la respalde? Al ser demasiado pedir, que comience por los rivales.