El triaje que funcionaba en el predio del Bazar del Sábado, finalizó sus atenciones el viernes y la próxima semana se cerrarían más centros, ya que el contrato del personal médico finaliza el 31 de diciembre.
El centro de triaje que funciona en el Instituto Jesús Milla Selva seguirá trabajando de manera normal hasta el 31 de diciembre, ya que ese día concluye el contrato del personal médico, de enfermería, técnicos y otros.
Este espacio de atención para COVID-19, tenía más de 60 empleados, de los cuales al menos 20 fueron asignados a las campañas de la vacunación y días atrás se les habían retirado todos los cilindros de oxígeno, pero debido a la exigencia se les regresaron algunos tanques.
“Nuestro contrato se termina el 31 de diciembre y desde ahí nuestra situación laboral es incierta, de manera oficial aún no se nos notifica y hasta entonces nosotros seguimos trabajando las 24 horas del día, los siete días de la semana, atendiendo la población”, señaló personal de enfermería.
Aunque los niveles de contagio han disminuido, el gremio médico asegura que el cierre de triajes es algo que no se debe hacer, sobre todo ante la amenaza de que la variante Ómicron del COVID-19 llegue a Honduras.
La fluencia de pacientes en este triaje es muy baja, pero en las últimas horas se registró el ingreso de tres pacientes que necesitan hospitalización debido a algunas complicaciones por el virus, detalló la coordinadora médica, Carol Martínez.
Diariamente se reciben entre 60 y 70 pacientes de los cuales la positividad es muy baja, “quienes nos salen positivo, son personas que no están vacunados y son personas con edades de 20 a 60 años”.
“Quienes ya están vacunados en muchas ocasiones no muestran la positividad del virus, no sabemos si será por las variantes. Gracias a Dios, desde hace un tiempo los menores han dejado de llegar afectados por el virus”, destacó Martínez.
Los médicos siguen sugiriendo que no se haga el cierre de los triajes, pero también que la población no baje la guardia en esta temporada navideña y mantenga las medidas de bioseguridad.
Otros como la viróloga, Ivette Lorenzana ha recomendado ante la amenaza de un repunte de casos de COVID-19 y la llegada de la variante Ómicron, se deben extremar las medidas de bioseguridad y prevención.
“El uso de la mascarilla se hace imprescindible ante el surgimiento de la variante Ómicron”, reiteró y recomendó que antes de las fiestas navideñas, aunque sean familiares, lo adecuado sería que la población se practique pruebas anticovid de antígeno y las autoridades deberían estar anuentes a practicarlas en los triajes no por síntomas sino por prevención.