La accidentabilidad en el trabajo y sus secuelas

ZV/1 de May de 2022/12:02 a. m.

Rediseñando

Por: Antonio Flores Arriaza
Consultor en seguridad vial y psicólogo

Para efectos de hacer conciencia respecto a un importante problema de salud y previsión social que debemos asumir, publico un resumen de una investigación realizada por el autor en 1993 (y no ha habido una actualización al respecto), por iniciativa de la OMS-OPS, que realizamos, a nivel nacional, para estudiar los factores de origen y el estado en el que se encontraban las personas que habían sufrido accidentes de trabajo. Se revisaron un total de 14,262 expedientes en Tegucigalpa, San Pedro Sula, La Ceiba y Puerto Cortés incluyéndose, únicamente, a los casos con más de 15% de incapacidad (Tabla de Incapacidad en el Código de Trabajo) que arrojó la cantidad de 96 casos. Realizándose dos observaciones comparativas entre 1988 a 1992. En general, los accidentes generan incapacidad. Esta puede ser permanente o temporal. Pero, lo realmente importante, es identificar sus factores determinantes.

Así, encontramos que en el 71% de los casos se debió a actos inseguros que cometió el trabajador que lo llevaron a sufrir un accidente de trabajo, siendo esto la principal determinante del daño sufrido. Y este determinante luce como sostenido a través del tiempo en los dos momentos que se observó este dato.

Pero, si bien es cierto, los comportamientos impropios de los trabajadores son el principal factor determinante, las condiciones inseguras que aporta la empresa para desempeñar ese trabajo también suman su parte. En este ámbito, el trabajo sin las condiciones de protección para el uso de sustancias peligrosas y otras que emiten radiaciones y que inducen a un accidente, representaron el primer determinante en un 71.4% de los casos. Seguido de aportar maquinaria en mal estado que determinó el 11.4% de los daños personales y, en tercer lugar, aportar suelos inseguros para que sobre ellos se desarrolle el trabajo fue el tercer determinante en un similar 11.4% de los sucesos. El mayor incremento en este caso fue en el uso de maquinaria en mal estado.

Los trabajadores que sufren más accidentes de trabajo son aquellos que operan equipo energizado (44.7%), seguido de los que trabajan en equipo automotriz sin autorización (28.2%) para un tercer lugar ocupado por los que utilizan herramientas en mal estado. Estos tres grupos suman el 87.0%. Pareciera que las estrategias que se han aplicado para prevenir estos problemas han sido efectivas en el Distrito Central en el área atendida por el IHSS ya que, en una medición previa en 1990, el principal aquí citado ocupó el cuarto lugar con solo 7.4% mientras, entonces, el principal fue “picar piedra sin protección ocular” que constituyó el 25.9%. Asimismo, nos sugiere que los giros laborales han cambiado notablemente en esta zona laboral.

Cuando investigamos la edad de los trabajadores incapacitados se encontró que el rango de edad más afectado con el 38.5% fue entre 21 a 30 años, seguido de la edad entre 31 a 40 años con 27.0% y, en tercer lugar, los trabajadores con 51 a 60 años con el 15.6%. Es de destacar un gran decremento de -28.95% en el rango de edad entre 31 a 40 años, experiencias que deben ser rescatadas y valoradas.

En cuanto al estado civil de los afectados, es de indicar que los más afectados fueron los solteros (41.6%) seguidos de los casados (36.4%) y, en tercer lugar, los que comparten unión libre con 21.8%. Un incremento realmente descomunal de 278.18% en los solteros. ¿Cuál es el determinante de tan importante incremento en este grupo de edad? Y disminuyó en los de unión libre con -59.63%.

Y, al considerar la educación como factor vinculado, se registró que el nivel educativo que más frecuentemente poseen los trabajadores incapacitados es primaria completa (35.4%), seguido de secundaria incompleta (28.1%) y, en tercer lugar, primaria incompleta con 20.8%. El cambio observado en los dos registros indicó que no hubo una diferencia probabilísticamente significativa en el caso de los trabajadores dañados con primaria incompleta pero sí con los de primaria completa que presentaron un incremento descomunal de 861.32%. Esto debe orientar que el sistema educativo primario debe educar preventivamente frente a la accidentabilidad laboral.

Un gobierno como este que se ha declarado al servicio del pueblo, y muy especialmente de los trabajadores, debería diseñar y ejecutar estrategias preventivas para guardar la seguridad (que no es tema solo de policías y soldados) de nuestros trabajadores. Aporto aquí los tres primeros grupos de datos en cada variable pensando en que aplicando una estrategia que se base en el principio de Pareto 80-20 podríamos tener logros importantes: inteligente y económicamente concebidos.

Inesposoc.afa1@gmail.com