Viruela del mono: síntomas y causas de una infección con un patrón aparentemente nuevo

RP/19 de May de 2022/03:00 p. m.

El 8 de mayo, el mundo conmemoraba el 42 aniversario de la erradicación de la viruela. La vacuna había conseguido barrer del mapa a esta enfermedad mortal. Pero una versión llamada ‘viruela del mono‘ ha seguido circulando entre los bosques de África. Pocos le habían prestado atención hasta que el sábado pasado, las autoridades de Reino Unido alertasen de un brote local de al menos 7 infectados. El primer caso se reportó el 7 de mayo. Otros dos, convivientes y sin relación con el primero, una semana después.

Las alarmas han saltado a nivel europeo cuando se han sumado nuevos casos detectados en Portugal (17 casos, entre confirmados por PCR y sospechosos) y España. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha comunicado este miércoles por la noche que los primeros siete casos analizados por el Centro Nacional de Microbiología (CNM) de muestras tomadas a pacientes con sospechas de padecer la viruela del mono han dado positivo. Darias lo ha confirmado en una entrevista en El Objetivo, en la que ha calificado los resultados de “preliminares” a la espera de la secuenciación genética, que está previsto que se obtenga este jueves.

La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid confirmó en la tarde del miércoles que se investigan 23 posibles infecciones. El viceconsejero Antonio Zapatero ha considerado este jueves en Onda Cero que todos son con toda probabilidad casos de viruela del mono. Las cadenas de transmisión están bien identificadas en Madrid y se deben a contactos muy estrechos. Pero ha recalcado que esta no se considera una enfermedad de transmisión sexual. Aunque el acto sexual, por definición, implica un contacto estrecho.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, aseguró que no es probable que la viruela del mono vaya a generar una transmisión importante en España, pero alertó de que hay que tener cuidado porque tampoco se puede descartar.

“Estamos trabajando con todas las hipótesis posibles y cuando tengamos información un poco más sólida ya se explicará y se darán los datos necesarios”, apuntó en un acto en Valencia.

La viruela del mono afecta en el África central a miles de personas (sobre todo en la República Democrática del Congo). Saltó a Estados Unidos en 2003, contagiando a 70 personas. En general, la humanidad no está protegida frente a esta enfermedad, en tanto la población no muy mayor es ajena a la vacuna de la viruela original, capaz de evitar las formas graves de la viruela del mono.

Se están dando contagios de ‘tercera generación’, cuando lo normal es sólo entre cercanos

Explica Jacob Lorenzo-Morales, director Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias (ULL) en el SMC España que “en general, en humanos tiene una tasa de transmisión baja y los brotes que han ocurrido anteriormente no tenían más de una segunda generación de transmisión”.

“Los brotes que han ocurrido anteriormente no tenían más de una segunda generación de transmisión. Ahora se ha detectado tercera y cuarta generación, por lo que hay que estar pendientes de cómo van evolucionando”
Jacob Lorenzo-Morales (ULL)

Pero el patrón en los casos ocurridos en estos días es distinto. “Se ha detectado tercera y cuarta generación, por lo que hay que estar pendientes de cómo van evolucionando para poder llegar a conclusiones más sólidas. Es poco probable que la viruela del mono genere una transmisión importante, pero hay que estar atentos, de ahí que se haya declarado alerta sanitaria”.

Los reservorios naturales, pese al nombre, no son los simios. Es típica en roedores y otros pequeños mamíferos del África central. En 2018 ya se produjo un brote en Reino Unido, pero ligado a un viaje a Nigeria.

Los casos de viruela del simio son frecuentes en aquel país. En su último informe, el Centro para el Control de Enfermedades de Nigeria (NCDC) dijo que el país registró 558 casos de viruela del simio y ocho muertes en 32 estados de la federación y el Territorio de la Capital Federal entre los años 2017 y 2022.

Síntomas y tratamiento de la viruela del mono

Los síntomas en seres humanos son similares a los de la viruela, pero más leves, señala la documentación de los Centros de Control de Enfermedades de EE.UU. La incubación suele ser de entre seis y 13 días. Es decir, típicamente entre una y dos semanas desde el contacto estrecho y el momento en que da la cara la enfermedad.

En la primera fase hay fiebre, dolor de cabeza, de espalda y músculos. Inflamación de los nódulos linfáticos, escalofríos y cansancio. Esta fase dura hasta cinco días y es común a otras enfermedades infecciosas.

Hasta tres días después de la aparición de la fiebre, empiezan los picores (normalmente, primero en la cara) que evolucionan hasta las lesiones típicas en la piel, que pueden convertirse en pústulas a la semana de empezar los primeros síntomas. La enfermedad dura entre dos y cuatro semanas. Son contagiosos los fluidos, como la saliva y las propias lesiones cutáneas, incluso secas, que pueden tener todavía restos del virus, aunque son más claramente infectivas al contacto cuando están en plena erupción.

Las lesiones aparecen entre picores hasta tres días después de presentar fiebre y malestar general. La enfermedad dura entre 2 y 4 semanas.

No existe tratamiento recomendado. La vacuna de la viruela se considera efectiva para prevenir la infección o hacerla más leve. Pero estas vacunas ya no se encuentran en circulación. Una versión contra la viruela y la viruela de los monos se aprobó en 2019, pero todavía no está disponible para el público general. También se usan antivirales, aunque no existe ninguno específico.

Desde SMC de Reino Unido, el profesor de virología Michael Skinner (Imperial College) explica que se conocen dos cepas del virus de la viruela del mono. “La cepa Congo es más grave (hasta un 10 % de mortalidad) y probablemente más transmisible en humanos que la cepa de África occidental, la fuente de estos últimos casos, cuya mortalidad se estima en alrededor del 1%”.

Es probable que la mayoría de los casos de viruela del simio en el Reino Unido sean de la cepa de África Occidental “debido a que el Reino Unido recibe más viajeros de esta región que del Congo”.

Mariano Esteban, experto en poxvirus (como viruela) del CNB-CSIC y desarrollador de una candidata a vacuna anticovid basada en un vector de este virus erradicado no es pesimista. “Tenemos con qué defendernos. La OMS, de la que yo soy miembro del comité asesor, nos reunimos todos los años para ver casos de viruela del mono como potencialidad de la viruela humana en caso de bioterrorismo”, explica.

“Gracias a ese seguimiento que se hace todos los años tenemos vacunas frente a la viruela de mono. También tenemos dos antivirales aprobados por la FDA contra la viruela humana: tecovirimar y brincidofovir, con dos modos de acción diferentes”, precisa.

“La población debe estar tranquila”, dice el virólogo, porque disponemos de herramientas para luchar contra este virus. Se presume en España una inmunidad razonablemente buena entre la población nacida antes de 1980, año en que se dejó de administrar la vacuna contra la viruela como rutina en bebés. La vacuna clásica se cree que evita las formas graves (85% de eficacia) de la viruela del mono, así como parte de los contagios.

¿Se ha vuelto una enfermedad de transmisión sexual o es algo casual?

Todos los casos confirmados ahora se han diagnosticado en hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres. Sin que esto implique nada, a priori, ha hecho levantar las sospechas entre algunos profesionales de la medicina y la epidemiología.

“Recomendaría cierta cautela en esta etapa antes de concluir que la viruela del mono se ha transformado en una infección de transmisión sexual (ETS)“, explica también desde Londres Francois Balloux, Director del Instituto de Genética UCL. “La viruela del simio no es particularmente transmisible y, hasta la fecha, el número de casos en los que se conoce la vía de transmisión sigue siendo relativamente pequeño”.

El modo más probable de propagación es a través del contacto cercano: tocar la piel, la ropa de cama o los utensilios compartidos. Keith Neal, Profesor Emérito de Epidemiología de la Universidad de Nottingham añade que “es posible que no se transmita realmente a través de las relaciones sexuales”.

Sencillamente, las relaciones sexuales implican un “contacto cercano”. Pero eso no explica por qué sólo se ha detectado en varones que tienen sexo sólo o alternativamente con otros hombres. ¿Infradiagnóstico en otros perfiles o virus en semen? Aún no hay datos de análisis de fluidos para determinar la presencia del virus de la viruela del mono. En principio, no es una ETS, como sí lo es el sida, que se transmite no por contacto cercano sino por los fluidos implicados típicamente en un coito o la entrada de sangre ajena en el organismo.

¿Cómo de grave es y cuánto daño estaba haciendo ya en África?

La cepa de África Occidental es la que se ha se asocia a los casos británicos, el primero de los cuales había viajado a Nigeria. Es la versión menos letal, con una mortalidad de en torno al 1%. La cepa de Congo tiene una mortalidad de hasta el 10 % y probablemente se transmite mejor.

Estudios como uno publicado en Nature Medicine en 2005 sugieren que las personas vacunadas contra la viruela cuentan con cierta inmunidad cruzada contra el virus de la viruela de los monos. La viruela se declaró erradicada en 1980 y las vacunaciones ya se habían ido frenando en la década anterior. Esto implica que cada vez un porcentaje mayor de la población no cuenta con protección frente a este virus ni, por extensión, contra la viruela de los monos.

La letalidad por caso ha variado entre el 0% y el 11% en la población general, pero es mayor en niños pequeños y se cree que la población más joven, no vacunada contra la viruela, puede ser más susceptible. “Nos preocupa que esto es muy diferente de lo que típicamente asociamos a la viruela del mono”, aseguraba una oficial de los CDC estadounidenses a Stat.

A diferencia de brotes anteriores, con un puñado de casos asociados a viajes o a exposiciones puntuales, en este caso las autoridades sanitarias temen que exista transmisión comunitaria con infecciones sin detectar, tanto en Reino Unido como en otros países.

Para Michael Skinner no es descartable que “la distribución del virus en la vida silvestre de África occidental se haya alterado de alguna manera. Investigar esta posibilidad requeriría pruebas exhaustivas de la vida silvestre en el campo, algo por lo que los virólogos de campo en China han sido tristemente criticados por algunos sectores”, concluye.

Una enfermedad de África que el mundo ha ignorado hasta que llegó a EE.UU.

Explica el catedrático de Microbiología de la USAL Raúl Rivas que en África, la tasa de letalidad oscila entre el 4 y 22%. La mayoría de los pacientes son niños. Pero, la enfermedad también es un problema de seguridad sanitaria mundial. Lo demostró el brote en EE.UU. del año 2003. Los investigadores determinaron que un cargamento de animales provenientes de Ghana, importado a Texas, introdujo el virus de la viruela símica en los Estados Unidos.

Rivas recuerda en The Conversation que el envío contenía aproximadamente 800 pequeños mamíferos de nueve especies diferentes, incluidos seis tipos de roedores. Las pruebas de laboratorio de los CDC demostraron que dos ratas gigantes africanas, nueve lirones y tres ardillas estaban infectados con el virus de la viruela del mono.

Después de la importación a los Estados Unidos, algunos de los animales infectados fueron alojados cerca de perritos de las praderas en las instalaciones de un vendedor de animales de Illinois. Estos perritos de las praderas se vendieron como mascotas antes de que desarrollaran signos de infección. Enfermaron 72 personas de la viruela del simio, todas después de tener contacto con los perros de las praderas infectados.

“Sin duda, es pertinente realizar un seguimiento de la aparición de nuevos casos o brotes de la viruela del simio así cómo tomar las medidas preventivas oportunas, porque la enfermedad constituye una amenaza significativa para la salud humana”, concluye el microbiólogo.

(Tomado de newtral)

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