El expresidente Porfirio Lobo Sosa, confirmó este jueves que otro de sus hijos salió ileso de la masacre en la que murió su otro vástago, Said Lobo Bonilla, de 23 años, y tres jóvenes más, al salir de una discoteca en Tegucigalpa, Francisco Morazán.
Lobo llegó a un edificio comercial del bulevar Morazán, donde se registró la masacre, dijo que “quienes lo mataron son gente entrenada, mataron a mi hijo y su conductor, mi hijo trabajaba conmigo en Juticalpa”.
Según la información preliminar de la Policía Nacional la masacre fue supuestamente perpetrada por la Mara Salvatrucha MS-13.
En declaraciones a HRN, Lobo aseguró que sus dos hijos, Said y Luis Lobo Bonilla, salieron con sus amigos y en la madrugada le informaron que uno de ellos había sido asesinado.
“Mi hijo (Said) andaba con su motorista y a mi otro hijo no le pasó nada porque él veía manejando el carro. Andaban con sus amigos y sucedió lo que sucedió”, dijo Lobo.
Agregó que su hijo Said tenía varios días de estar en Tegucigalpa, pero vivía en Catacamas, Olancho.
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