Por: Guillermo Fiallos A.*
Ubicada en el Golfo de Fonseca, la isla del Tigre o Amapala, representa el faro natural situado en el punto más austral de Honduras. Además de ser un sitio turístico es histórico pues, precisamente, hace cien años se firmó allá la paz entre grupos políticos, que ensangrentaron el país con la última guerra civil que –esperamos–, nunca vuelva acontecer en esta patria; cuyo suelo ha sido ensangrentado por ambiciones infames.
En el año 2021 trascendió que el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), financiaría los estudios y la construcción de un puente vehicular marítimo, que uniría al sector de Coyolito con Amapala. Sin embargo, una vez más, todo quedó en papeles y los habitantes del Diamante del Sur, vieron como sus sueños se esfumaban entre la bruma proveniente del inmenso mar.
Amapala es un sitio digno de mejor suerte; aunque su paradisíaco presente e histórico pasado, parecen no interesar mucho a las autoridades nacionales, departamentales y –en algunos casos—hasta municipales.
Durante la Semana Santa, se concretó otro hecho en el zigzagueante porvenir de esta isla, pues con tiempo se anunció que luego de haber transcurrido más de 10 años de estar en ayuno el puerto de no recibir cruceros, atracaría el 30 de marzo, uno de la línea SH Diana, proveniente de Panamá. Sin embargo, la desidia de las autoridades correspondientes fue tal, que no hicieron las gestiones ante la Marina Mercante y la Empresa Nacional Portuaria, para conseguir la certificación oficial del Puerto Municipal en cuanto a la profundidad del canal de navegación, para fondear sin problemas en la soleada isla.
Ante la falta de información fidedigna (no se proporcionó al SH Diana pruebas de contar con un análisis de batimetría o estudio del terreno cubierto por agua), el capitán del crucero decidió –sabiamente— no arriesgar la nave y anclarla en aguas abiertas. También, no existe en la isla del Tigre, un navegante certificado para conducir con profesionalismo, este tipo de barcos hasta el Puerto Municipal. Muchos quedaron frustrados al ver cómo aquella oportunidad de oro, pasaba de lejos y conducían a los turistas extranjeros, en pequeñas lanchas para visitar la solitaria isla de Exposición. De nuevo, el sinuoso porvenir insular se iba de las manos de los lugareños.
Solo fue el entusiasmo de un grupo de vecinos y de turistas que se hicieron presentes para admirar la majestuosa embarcación que saludó de lejos al faro del sur de Honduras. No se contó con la presencia de autoridades de Turismo; como sí lo hacen a la velocidad del rayo, cuando llegan cruceros a Roatán, Trujillo u otros puertos del Caribe.
¿Cuándo vamos a comprender que el turismo no solo comienza desde Comayagua hacia arriba? Hace unos lustros atrás, la gente de Choluteca y Valle tenía el eslogan: “Volvamos al sur”; no obstante, ese anhelo no se concretó ya que este punto cardinal de Honduras, ha sido mal valorado por este y todos los gobiernos pasados. Lo que abunda en el sur es la pobreza, la falta de fuentes de trabajo, las invasiones de tierra, la migración forzada y la ausencia de un plan de desarrollo turístico.
Habitantes de Amapala: ¡háganse escuchar, organícense y permitan que el espíritu de Playa Negra y Playa Grande, retumbe en Tegucigalpa y toda la nación! Ustedes son los dueños de su propio destino. Ya saben cómo se manejan los asuntos en esta tierra de Lempira: si ustedes no se mueven y alzan su voz, su porvenir zigzagueante va continuar hasta perderse en los confines del océano Pacífico. ¡Ya es hora que sus mejores hijos tomen las riendas de su presente y futuro!
Casi 200 personas entre pasajeros y tripulantes, perdieron la oportunidad de conocer un lugar maravilloso, con gente de buen corazón y que desea salir del olvido y la miseria en las que se le ha tenido por décadas.
Solo ustedes, amapalinos, pueden convertir de nuevo a este histórico lugar, en la rosa de los vientos del Golfo de Fonseca. La historia y la exuberancia natural les favorece. Ya en el pasado fue visitado por científicos como Albert Einstein y, asimismo, en su momento fue considerado como la capital de la República Mayor de Centroamérica.
*Mercadólogo, abogado, pedagogo, periodista, teólogo y escritor.
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