Un pandillero muerto y otro herido dejó como saldo un enfrentamiento entre miembros de una estructura criminal y agentes de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), en el populoso barrio Bueno Aires, de Tegucigalpa.
Esa zona capitalina se ha convertido en un auténtico “campo de guerra” entre pandillas rivales que se pelean ese territorio a muerte para la venta ilegal de drogas y cobro de extorsiones.
El sábado anterior, dos hombres fueron asesinados en el sector de “Las Gradas”, en la subida a la iglesia San José de la Montaña y otro quedó herido.
El parte policial señala que una patrulla con agentes de la Policía Militar se desplazaba la noche del lunes por el lugar en atención a una denuncia, donde vecinos daban a conocer que varios sujetos se paseaban por el lugar fuertemente armados.
Rápidamente, varios uniformados se desplazaron al lugar y al llegar los agentes se percataron que eran al menos 11 malhechores que portaban armas de diferentes calibres.
CRUCE DE BALAS
Los miembros de la pandilla 18, al observar la presencia de las autoridades, comenzaron a disparar contra los militares para huir del lugar.
En el cruce de disparos, uno de los pandilleros fue abatido, quedando muerto en el sector conocido como “Punta Caliente”.
Mientras, un segundo fue herido con impactos de bala en sus pies, pero aun así quiso seguir con su fuga y logró subir unas gradas y refugiarse en una vivienda en construcción, donde fue encontrado por la Policía Militar al momento que se saturó toda la zona.
Los mismos elementos de la PMOP se encargaron de bajarlo cargado y a bordo de una patrulla de la Policía Nacional, lo trasladaron al Hospital Escuela, de Tegucigalpa, donde permanece custodiado.
“ZONA DE GUERRA”
Autoridades de Medicina Forense y la DPI realizaron el levantamiento del cadáver del fallecido, un menor de edad, que fue trasladado a la morgue para la respectiva autopsia.
A la hora de ser abatido el menor infractor portaba una pistola automática, con la cual hizo varios disparos a los policías militares.
El muerto, según reportes policiales, hace algunos días salió libre de un centro correccional, y se le investiga si tuvo participación directa en la muerte violenta de dos jóvenes el sábado anterior, en el mismo barrio Buenos Aires.
Todo indica que el menor muerto integraba una “clica” de la pandilla 18 que ha llegado a imponer el terror en el barrio Buenos Aires y alrededores.
Según investigaciones, los malvivientes mantienen como “zona de guerra” ese sector capitalino, en una disputa a muerte para la venta de drogas y cobro de extorsiones con otras organizaciones y agrupaciones criminales. (JGZ)