El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, expresó este lunes el temor a que la inminente ofensiva militar israelí en Rafah, el último refugio de centenares de miles de refugiados en Gaza, aumente “los ya insoportables niveles de muerte, sufrimiento y destrucción”.
“Es inconcebible desalojar a la fuerza a cientos de miles de civiles desde Rafah a zonas que ya han sido arrasadas, donde apenas hay lugar donde refugiarse y virtualmente no hay acceso a la ayuda humanitaria”, aseguró el alto comisionado austríaco en un comunicado.
Türk agregó que las órdenes de desalojo en partes de Rafah, indicativo de que la gran incursión sobre la zona del extremo sur de Gaza puede estar ya en marcha, son una muestra más de un trato “inhumano, contrario a los principios básicos de la ley humanitaria”.
El jefe de derechos humanos de Naciones Unidas también alertó de que junto a las órdenes de desalojo se han bloqueado dos vías de acceso a Rafah, lo que ha detenido completamente el ya antes escaso flujo de ayuda humanitaria.
“Aumentar los ataques a lo que era el principal centro de asistencia humanitaria en la franja de Gaza no es la respuesta”, aseguró el alto comisionado, quien subrayó que tampoco hay fuera de Rafah un lugar seguro para que se refugien los más de un millón de desplazados palestinos que llegaron a la zona por el conflicto.
Türk advirtió que el derecho internacional prohíbe los desplazamientos forzados de civiles en un conflicto, salvo determinadas excepciones que “deben cumplir estrictos requisitos legales”, y afirmó que no acatar estas reglas podría ser considerado un crimen de guerra. EFE