Desastre en salud

MA/7 de May de 2024/12:45 a.m.

Nery Alexis Gaitán

La salud y la educación son los ejes primordiales del desarrollo de toda sociedad. En Honduras desgraciadamente tenemos una educación pública de pésima calidad. En tanto que el sistema de salud se encuentra colapsado.

La salud es prioridad, de ella depende la vida. El gobierno debe, sin excusas de ningún tipo, brindar una salud de calidad a la población pobre, que es la mayoría de los hondureños.

Pero es lamentable que el sistema de salud se encuentra en abandono. Los hospitales y centros de salud están derrumbándose, no se les da ningún tipo de mantenimiento. No hay equipo médico, el poco que hay está en malas condiciones. Si por casualidad se compra o hay donaciones de equipo médico de última generación, desaparece de los hospitales públicos y pasa a formar parte de clínicas privadas. Es que aquí todo es corrupción.

Es terrible que no hay medicinas en los hospitales, no se encuentra ni una pastilla para el dolor de cabeza, no digamos una simple jeringa. Todo es “no hay”, por eso los pobres se mueren en los pasillos sin que a nadie le importe. Y, para variar, los médicos y demás personal tratan a los pacientes peor que a perros con sarna; mientras en los hospitales privados son zalameros a más no poder.

Es alarmante la noticia que “el Hospital Escuela de Tegucigalpa y el Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula, que son los dos principales centros asistenciales del país, reportan las mayores carencias operativas y las mayores demandas de servicio; y que los quirófanos están en mal estado y las citas oncológicas suspendidas hasta nuevo aviso. Seis quirófanos no están en funcionamiento en el Hospital Escuela, las cirugías cardíacas están paralizadas y lo mismo ocurre con las intervenciones quirúrgicas para los pacientes con cáncer”.

A esto se agrega que en el Hospital Escuela se podría agravar la situación si la UNAH retira a los estudiantes practicantes, ya que no hay quien los supla “ya que ellos gestionan gran parte de las atenciones de emergencias y servicios generales del hospital”. No hay dinero para contratar más personal médico.

Sigue la noticia: “El Mario Catarino Rivas, en cambio, enfrenta desabastecimiento de medicinas y la falta de personal; a pesar que alrededor de 11 mil médicos del país no tienen empleo, según el reporte del Colegio Médico. Estos mismos reportes en Honduras indican que hay 14 médicos y enfermeras por cada diez mil habitantes; cuatro de cada diez salas de emergencia no cuentan con suficiente personal para cubrir los casos críticos; ni siquiera una cama está habilitada por cada mil personas y nada más están disponibles una o dos unidades de tomografía y de radioterapia por cada millón de hondureños”.

Mientras tanto, la señora X fue a Roatán a iniciar una inversión en un complejo deportivo de 250 millones de lempiras, y ni siquiera fue a visitar los restos del hospital que se quemó, ni le preguntó a alguien si había sufrido algún daño.

Y, para seguir con el asqueante nepotismo, la ministra de Salud, Carla Paredes, contrató a su hermana y a su cuñado con un salario tan alto que es una bofetada a los pobres que sufren. Pero eso no es de extrañar en este gobierno que está plagado de corrupción.

Indigna que en el gobierno tienen dinero para derrochar a manos llenas. Los abusos son constantes y parecen no tener fin. No se conduelen del dolor y el sufrimiento que ocasionan a los pobres al negarles una atención de calidad en salud. Pero sólo les interesa gozar de los bienes del pueblo, darse la gran vida e imponer su agenda política izquierdista a costa de lo que sea. Y desde ya están preparando el fraude en las próximas elecciones para seguir en el poder.

Este es el peor gobierno de nuestra historia. ¡Libre nunca más!