La economía naranja y la responsabilidad personal

MA/7 de May de 2024/12:23 a.m.

Alternativas para el emprendedurismo juvenil de Honduras

Carolina Miralda

Este ensayo propone alternativas no tradicionales de emprendedurismo, alrededor del sector más golpeado por la economía –La familia- en el entendido de los casos en los que su aporte al PIB no represente un indicador sustantivo; familias cuya ubicación en la estructura social son de escasos recursos económicos aun siendo el núcleo fundamental de toda teoría de desarrollo económico, político, social, financiero, que la economía social de mercado promueve a través del principio de la responsabilidad personal como apoyo a la familia.

La economía social de mercado es un modelo de ordenamiento económico y social al cual Alemania le debe no solo su rápida recuperación posterior a la II Guerra Mundial sino decenios de estabilidad y prosperidad, así como la superación de las consecuencias financieras provocadas por la división del país en los días de la guerra fría en los años 1947 a 1991. Es una economía con compromiso social que valora al individuo, coloca a la persona humana en primer lugar y que recompensa el rendimiento de acuerdo con el mérito (Siegfried, 2013). Sin olvidar que este país y los países europeos en general se enriquecieron con la propiedad del excedente de las periferias. Es un tema que sigue siendo la punta de lanza dentro de las teorías de desarrollo y subdesarrollo.

Por esta razón, debería ser considerado este modelo económico una alternativa a la falta de empleo en Honduras que motive a los jóvenes desde el principio de la responsabilidad personal por su bienestar y que genere la posesión de habilidades, autoconfianza y talentos, para conducirse con conciencia ciudadana y sabiduría, desde su preselectiva creativa. Sin dejar de lado, las variables que condicionan los conceptos de libre empresa, propiedad privada y libertad contractual en que descansan las mejores decisiones descentralizadas. Cabe mencionar que los jóvenes después de la pandemia han cambiado sus patrones de conducta, sumado a las remeses que algunos reciben de parientes que han emigrado a otros países, en su mayoría Estados Unidos y España. Así como las tendencias mundiales a las que acceden a través de la tecnología y redes sociales.

Antes de continuar, el principio de responsabilidad personal se refiere al principio inalienable de la dignidad de la persona, que es la fuente de todos los derechos, en todas las áreas, hasta la económica, siendo el núcleo de este principio que la autonomía hace posible el mejor desarrollo de la iniciativa propia, así como la capacidad de crear e innovar para la satisfacción de necesidades o utilizar mejor los recursos con que se cuenta (Resico, 2017, pág. 121).

La economía naranja es un modelo donde los bienes y servicios tienen un valor intelectual, pues surgen de las ideas y conocimiento de sus creadores. Es decir, actividades económicas vinculadas con el arte, la cultura, investigación, ciencia, tecnología, etc. Donde la creatividad e ideas son la principal fuente. Por ello, también es conocida como economía creativa. Puede resultar utópico para muchas sociedades, especialmente para la de Honduras, este concepto junto con la responsabilidad personal, son modelos probados que vale la pena analizar para evaluar desde que perspectiva se puede replicar algo de ellos; en este sentido y debido a las tendencias que inevitablemente alcanzan a todas las sociedades, estos conceptos pueden ser un punto de partida, según datos de la UNESCO esta representa el 3% del PIB mundial, empleando a más de 30 millones de personas.

El concepto economía naranja es una oportunidad de incursionar en propuestas no tradicionales de solución al problema a la pobreza, incentivar a la juventud a explorar su faceta creativa, en virtud de que ésta, involucra la generación de conocimiento e ideas, aprovechando la cultura en toda la extensión del término.

Docente universitaria

Máster en Negocios Internacionales

Coach Ejecutiva