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15 de febrero de 2020
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12:23 am
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El INFOP

Por: J. E. Mejía Uclés

Bien decía Don Quijote cuando transitaba por las tierras de La Mancha, de aquella antañona Castilla, “Sancho, se oyen ruidos, ladran los perros”, así es la voz esperpéntica que se oye de parte de los seudosindicalistas que han perdido la vergüenza al gesticular que el Consejo Hondureño de la Empresa Privada, quiere privatizar el Instituto de Formación Profesional, una retahíla de sandeces, que no tienen fin. Ya se levantarán de su tumba aquellos sindicalistas como Céleo González, que con su energía y honradez sacaron adelante la huelga de 1954, ejercicio genuino de una lucha que diera prestigio al sector sindical, haciendo que en aquellos tiempos se considerara un poder fáctico en la vida social de nuestro país.

Bien lo manifestó el Cohep, en el Consejo Económico y Social, la necesidad que existe de mejorar la productividad laboral, determinando por incluir en las políticas educativas la población adulta con un bajo nivel educativo. La formación técnica profesional podría permitirle a esta población mejorar su inserción laboral mediante puestos de trabajo de mejor calidad, ingreso y productividad, habida cuenta de que anualmente salen al mercado de trabajo 200,000 personas, que por no encontrar una fuente de trabajo, mejor emigran.

Sus posibilidades de lograr una mejor inserción en el mercado de trabajo, dependerá en buena medida de que logren acreditar el conocimiento y experiencia generando nuevas capacidades para la movilidad laboral. El bajo nivel educativo de la fuerza de trabajo es el principal factor que impide mejorar los niveles de productividad empresarial en Honduras. Lograr tales mejoras, depende de una mayor articulación entre la demanda y oferta en los mercados de trabajo, una debilidad crítica de la cual no hemos podido salir y sobre todo superar la pobreza y miseria que actualmente nos abate.

Como Consejo Hondureño de la Empresa Privada, hemos manifestado y reiteramos nuevamente, la preocupación por la formación profesional y el compromiso de los empresarios por generar un sistema nacional de formación profesional que dé respuesta a las demandas del mercado laboral basado en la competencia. Para ello hemos presentado una propuesta de reforma del INFOP. Reforma que busca potenciar ese instituto, manteniendo su gratuidad, modernizándolo con nuevos conocimientos y sobre todo certificando a sus instructores. Nuevas carreras, nuevos sistemas de formación basados en las nuevas tecnologías y la innovación, ampliar sus alcances, coberturas y accesibilidad, con el propósito último de preparar a los hondureños con las competencias que requiere el futuro del trabajo y la tecnología artificial.

No puede haber inversión extranjera, si Honduras no cuenta con una mano de obra especializada, adaptada a las nuevas tendencias que exige el mercado laboral. No podemos seguir permitiendo que el 80.l% de su presupuesto sirva para pagar a una serie de sindicalistas y vagos que no saben hacer nada, ejemplos sobran. Habida cuenta que el 93 por ciento de tal presupuesto proviene del sector empresarial. Sumando a ello los 95 millones de dólares que aporta la cooperación internacional.

Tantos millones para graduar a 200 muchachos al año, dan grima, y de ellos el 21 por ciento accede al mercado laboral. Vergüenza contra dinero.

Empresarios, somos todos!

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